Alejado de la vida pública desde hace algún tiempo y con su mujer, Patricia Llosa, junto a él desde que se separó de Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa lleva a sus 88 años una vida tranquila y reposada., Eso sí, todas las alarmas sobre su salud han saltado al contemplar su última aparición pública: visiblemente desmejorado, más delgado y con su personal de servicio intentando que los medios no captaran su imagen.