Samantha Vallejo-Nágera: "Soy una enferma del orden”
A los 52 años, Samantha Vallejo-Nágera, jurado de “MasterChef”, vive su mejor momento gracias a su éxito profesional y a su familia, a la que adora
Se confiesa una enferma empedernida del orden, un “culo de malo asiento”, adicta al trabajo y una apasionada de su familia. Samantha Vallejo-Nágera es un claro ejemplo de mujer emprendedora, valiente y empoderada, y por eso el pasado 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- lo celebramos a su lado, en su adorado Pedraza, donde ha hecho realidad el sueño de abrir su propio restaurante, Casa Taberna.
Allí la jurado de “MasterChef”, hermana de Colate y mamá de cuatro hijos, ejerció de embajadora de Fairy. “Soy una gran maniática de la limpieza y el orden. Para desconectar de mi trabajo me gusta hacer deporte, montar en bici, estar con mis hijos, cocinar e incluso fregar. Eso me relaja un montón: llenar la pila como antiguamente, con agua y espuma y pasar el estropajo”, nos confesó la madrileña.
Samantha, junto a sus compañeros de "Masterchef", con los que mantiene una bonita amistad:
“Soy una madre moderna dentro de la seriedad”
PRONTO: Precisamente en un día tan señalado como el de hoy, nos recibes con este evento en tu Casa Taberna, que abriste en diciembre de 2020, en tiempos de pandemia. Mujer valiente donde las haya.
SAMANTHA VALLEJO-NÁGERA: Es que yo siempre he querido tener un restaurante, pero no quería que eso supusiera quedarme los fines de semana en Madrid a trabajar, me daba un ataque de pensarlo porque yo siempre he tenido esa rutina de salir al campo los fines de semana. Nunca había pensado en montar un restaurante en Pedraza, pero ha sido la solución a mis problemas, estoy súper contenta porque aquí reseteo.
P.: Sí, pero es otro ámbito con el que lidiar a parte de la tele, tu catering, la familia. ¿Cómo llegas a todo, siendo madre de cuatro hijos? ¿Eres tú el motor en casa o se reparten las responsabilidades?
S.V-N.: Mi marido me ayuda mucho con el día a día de los niños, más en la parte afectiva y emocional que en la parte práctica. La jefa de la producción en mi casa soy yo, de hecho yo soy la mala con mis hijos, ejerzo de poli mala y la que hace las cosas que no se ven. Mi marido es el que ve las películas con ellos, el que les abraza y les acuesta porque yo, muchas veces, no estoy. Yo soy la que les compro las cosas que hacen falta, la que se encarga de profesores particulares, deberes y médicos, y eso no se ve, pero es una labor importante.
P.: ¿Y a los niños, les haces que se involucren en las tareas, que aporten su granito de arena?
S.V-N.: Mira, yo soy una enferma del orden. Me da mucha paz tener todo ordenado y me apasiona. Yo llego a mi casa y lo primero que hago es ordenar, pero mis hijos no. Roscón (que es fan incondicional de David Bustamante), sí colabora mucho porque le enseñan en el colegio pero con el resto de mis hijos me peleo para que ordenen y recojan. No te voy a mentir y decir que mi hijo Pedro friega fenomenal, no. Creo que no ha fregado en su vida. Pero yo voy a conseguir hacer de él un hombre. Estoy en ello.
P.: ¿Te consideras amiga de tus hijos?
S.V-N.: Yo creo que soy una madre moderna, dentro de la seriedad. Amiga, no, pero sí, confidente. Cuando tengo problemas con mis hijos, los intento hablar. Tengo de todo: la chica trabajadora, el adolescente pesadín, Roscón al que todo le parece bien y el pequeño, que todavía se pone mimoso cuando me voy.
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