¿Qué es la sumisión química que alega Paloma Lago en su denuncia por agresión sexual?
Paloma Lago alegó en su denuncia contra Alfonso Villares haber sido vícitma de sumisión química. ¿En qué consiste esta práctica, que está considerada como agresión sexual?

Paloma Lago en una imagen de archivo.
Muy a su pesar, Paloma Lago está siendo la absoluta protagonista de la actualidad esta semana. ¿El motivo? Que acaba de salir a la luz que, el pasado enero, interpuso una denuncia por presunta agresión sexual contra Alfonso Villares, exconselleiro do Mar de la Xunta de Galicia,
Hoy, 'El programa de Ana Rosa', ha dado nuevos datos de esta denuncia, en la que Paloma Lago alega haber sido víctima de sumisión química. Según ha informado la reportera Laura Susín, al día siguiente de los hechos (que según la denuncia tuvieron lugar el 27 de diciembre del 2024) la presentadora se despertó "desnuda y desorientada", sin recordar lo sucedido la noche anterior. Fue su sobrino, quien vive en la casa contigua, quien la encontró en ese estado y alertó a los servicios de emergencia .

Laura Susín, reportera de 'El programa de AR', habla de Paloma Lago.
El caso salió a la luz pública tras la dimisión de Villares el pasado miércoles, después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le comunicara su condición de investigado.
El político, veterinario de profesión, defendió su inocencia y expresó su deseo de enfrentarse al proceso judicial como un ciudadano común, renunciando a su aforamiento. En el plató, Ana Rosa Quintana ha subrayado la gravedad del asunto y la importancia de respetar la presunción de inocencia.
Ha comentado que "es todo muy delicado" y enfatizado que, para demostrar la sumisión química, se requerirán análisis toxicológicos. Quintana también señaló que, si se siguieron los protocolos adecuados, la ciencia podrá esclarecer lo sucedido.

Ana Rosa Quintana habla de Paloma Lago.
¿Qué es la sumisión química, que ha denunciado Paloma Lago?
La sumisión química es una forma de agresión en la que se administra a una persona, sin su conocimiento y/o consentimiento, una sustancia psicoactiva con el objetivo de anular su voluntad, alterar su estado de conciencia o modificar su comportamiento, facilitando así la comisión de delitos como agresiones sexuales, robos o extorsiones.
Según la Guía de Buenas Prácticas del Ministerio de Justicia de España, este fenómeno se considera un problema de salud pública emergente que requiere una atención sanitaria y forense adecuada .

Paloma Lago en una imagen de archivo.
¿Qué sustancias suelen usarse?
Las sustancias más comúnmente utilizadas en estos casos incluyen el GHB (conocido como éxtasis líquido), las benzodiacepinas (como el Rohypnol), la ketamina y la escopolamina (también conocida como burundanga).
Estas drogas pueden provocar efectos como somnolencia, pérdida de conciencia, desorientación, amnesia y comportamientos inusuales.
Sumisión química: síntomas y cómo detectarla tras una denuncia
Los síntomas asociados a la sumisión química pueden variar según la sustancia administrada, la cantidad y la persona afectada, pero suelen presentar un patrón reconocible.
Los más frecuentes son desorientación, amnesia parcial o total, excesiva somnolencia, confusión o inhibición de la voluntad (sensación de “bloqueo” para decir 'no' o reaccionar). Pero la sumisión química también presenta otros síntomas físicos como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, visión borrosa o doble, pérdida de fuerza o debilidad muscular, dificultades para hablar o moverse y una intensa sensación de resaca al despertar.
¿Qué hacer ante sospecha de sumisión química?
Si alguien piensa que ha sido víctima de una sumisión química, o que lo ha sido otra persona, es fundamental acudir inmediatamente a un centro sanitario para realizar análisis toxicológicos, ya que muchas de estas sustancias desaparecen del organismo en pocas horas.
Se recogen muestras de orina, sangre, y en algunos casos de cabello, para detectar la presencia de drogas. Además, se realiza una evaluación médica completa y se ofrece apoyo psicológico a la víctima desde el primer momento.

Alfonso Villares, político de la Xunta de Galicia denunciado por Paloma Lago.
En España, la sumisión química está tipificada como agresión sexual. De hecho, en nuestro país, cualquier acto sexual sin consentimiento, incluido el cometido mediante la administración de sustancias para anular la voluntad de la víctima, se considera agresión.
Esta modalidad, reconocida expresamente por la ley, puede acarrear penas de hasta 15 años de prisión, especialmente si incluye acceso carnal u otras agravantes. La ley equipara así el uso de drogas al uso de violencia en delitos sexuales.