Tamara Falcó: "Le doy poca importancia a la fama de mujeriego de Íñigo"
La hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó no descarta pasar por el altar y tener hijos con su pareja, de la que está muy enamorada
Aunque ella domina técnicas tan complejas como las esferificaciones, la cocción a baja temperatura y el uso del nitrógeno líquido, Tamara Falcó se acaba de lanzar al mundo editorial con un libro de recetas que sin embargo son tradicionales.
"Las recetas de casa de mi madre. Platos que cuentan historias", de Espasa, recoge los sabores con los que se crió, procedentes en su mayor parte del recetario familiar, pero también platos con tradición española.
"En casa todos los hermanos nos peleábamos de adolescentes por el último filete empanado", destacó la marquesa de Griñón en la presentación de este libro, donde también nos habló de Isabel Preysler y de su pareja, Íñigo Onieva.
PRONTO: Algunas de esas recetas provienen de tu abuela Beba, a la que homenajeas en el libro.
TAMARA FALCÓ: Parte de las recetas sí que vienen de Filipinas, de la casa de mi abuela, porque a ella le gustaba cocinar. El libro ya estaba acabado cuando ella enfermó. Cuando alguien está en sus últimos días es cuando te das cuenta de lo que esa persona ha significado para ti.
Tamara Falcó: "Mi madre es adicta al chocolate"
En la presentación del libro, Tamara lució un precioso color de piel, pues acaba de regresar de Maldivas, un viaje que ha hecho con su madre –"de chicas"– para celebrar su diplomatura en Le Cordon Bleu y para darle un respiro a Isabel Preysler tras la muerte de Beba.
P.: Nos ha sorprendido que asegures que una de las recetas favoritas de tu madre es la tarta de chocolate.
T.F.: ¿De verdad? ¡Pero si ella siempre lleva chocolate en el bolso! Es adicta al chocolate. De hecho, venimos ahora de un viaje a Maldivas, ¡y ella ha ido con seis tabletas de chocolate! ¡Imagínate! ¡Llevó seis tabletas para cinco días!
"Íñigo es muy comilón y le encantan mis táper"
P.: Has destacado que la cocina para ti es un acto de amor. ¿Te sirve para conquistar? ¿A tu chico le gusta que le cocines?
T.F.: Le encanta. Él me decía: "Menos mal que te ha dado por estudiar cocina, porque imagínate que te pones a estudiar neumáticos". Él es muy comilón y, cuando llevaba en un táper mis deberes, le encantaban.
P.: En la cocina te gusta trabajar en equipo. ¿Íñigo te empieza a ayudar, es tu pinche?
T.F.: Él es muy buen catador y le gusta cocinar, lo que pasa es que aunque suene esnob, ahora veo cómo corta la cebolla y ya digo: "Ay, mi amor, así no es", y él me responde: "Es que a mí me gusta así". Cada uno tiene su técnica, pero la verdad es que cocinar juntos es un poco estresante, prefiero hacerlo yo y que después él lo pruebe.
P.: ¿Qué piensas de que se le achaque fama de mujeriego?
T.F.: Eso lo dice gente que no lo conoce. Le doy la importancia justa.
P.: ¿Hay planes de futuro?¿Te gustaría casarte?
T.F.: Más que nada. Y si creo que estoy lista para casarme es porque estoy en un momento de mi vida muy equilibrado, muy bueno.
P.: Así que sí podría llegar pronto la boda. Acabas de decir que estás lista.
T.F.: ¡Pero poco a poco! Aún nos estamos conociendo, es un noviazgo. En mi caso, que vengo de padres separados, supone una mayor tensión casarme porque sé lo que es una separación. Creo que tienes que conocer muy bien a la persona. Y en eso estamos, es un momento precioso, disfrutándolo.
"Claro que me encantaría ser madre"
P.: ¿Dónde te gustaría casarte?
T.F.: En Casa de Vacas, de mi padre, o en El Rincón.
P.: ¿Y no te apetece ser pronto madre?
T.F.: Claro que me encantaría, pero para eso tienes que encontrar a la persona adecuada. Y yo, ahora mismo, estoy ilusionada, porque estoy en pareja y es un "proyecto de", pero cada cosa a su tiempo.
P.: Tu padre hoy habría estado muy orgulloso de ti.
T.F.: Sí, porque adoraba todo lo que era la gastronomía de la buena, de fuego.
P.: ¿Él habría dado el visto bueno a Esther Doña para que retomara su vida, como está haciendo?
T.F.: A mí eso no me incumbe.