Tamara Falcó vuelve a saltarse las restricciones para cenar con su novio
La marquesa de Griñón se ha desplazado a una de las zonas sanitarias confinadas para ver a su novio, Iñigo Onieva
No es la primera vez que ocurre, y pese a que alguna vez incluso ha llegado a pedir perdón, Tamara Falcó ha vuelto a saltarse las restricciones. Aunque esta vez no ha cambiado de comunidad autónoma, la hija de Isabel Preysler ha ido a visitar a su novio, que reside de La Moraleja, una de las zonas de la capital de las que no se puede salir ni entrar.
Precisamente, hace unos meses la marquesa de Griñón fue señalada por el mismo motivo, ir a cenar con su pareja saltándose el toque de queda, lo que justificó diciendo que no sabía que en ese momento esa zona estuviera confinada. Parece que le ha vuelto a pasar lo mismo.
El último viaje de Tamara Falcó, muy criticado
Hace solo unos días, la ganadora de Masterchef Celebrity acudía a un centro de salud y belleza fuera de la Comunidad de Madrid.
"Ya de camino de vuelta tras unos días maravillosos donde he conseguido resetearme para este 2021 a través de la nutrición, tratamientos, espiritualidad y ejercicio", escribía la marquesa de Griñón, que ha empezado el año en un lujoso centro en el que ha aprendido hábitos saludables.
Con la Comunidad Valenciana cerrada, a muchos de los seguidores de Tamara Falcó les llamó la atención que se hubiera desplazado hasta Alicante, donde permaneció durante unos días. Esta decisión no pasó desapercibida y fueron muchos los que la criticaron hasta el punto que llegó a justificarse en una publicación.
La colaboradora de El Hormiguero ha aclarado que el centro le proporcionó un certificado médico, al tratarse de "una clínica de medicina preventiva y bienestar donde se puede ir para hacer tratamientos innovadores de salud".
Además, la hija de Isabel Preysler, que pasó las vacaciones de Navidad junto a su chico, ha querido dar más detalles, y ha añadido que "todos los huéspedes realizan un test de antígenos a su llegada y antes de irse". Parece que estas explicaciones no han sido suficientes y sus fotos siguen acumulando comentarios negativos que cuestionan la moralidad de esta actitud.