Tamara Falcó: roban las joyas que iba a usar en su boda, valoradas en dos millones de euros
La marquesa de Griñón se ha llevado un nuevo varapalo a tan solo una semana de darse el "sí, quiero" con Íñigo Onieva
Tamara Falcó vuelve a recibir un nuevo golpe antes de su boda (Instagram)
La boda de Tamara Falcó es una de las más esperadas del 2023, pero también se está ganando el título de ser la más gafada. El próximo 8 de julio, la marquesa de Griñón va a pasar por el altar con Íñigo Onieva, pero no está siendo fácil superar todos los baches que van apareciendo a lo largo del camino.
Los problemas que tuvo con el vestido de novia, los nuevos rumores de infidelidad del novio, los cambios de última hora con la decoración, la estricta dieta a la que se ha sometido en un centro... y, ahora, el robo de las joyas que iba a lucir en el enlace.
La Guardia Civil investiga el robo de las joyas de la boda de Tamara Falcó
Según han adelantado en 'El Debate', el jueves atracaron el coche que custodiaba estas joyas, valoradas en dos millones de euros. Según ha desvelado este sábado Nacho Abad, un coche con luces similares a las de vehículos de policía se acercó al de los joyeros del Páramo Vintage Joyas, los escogidos por la hija de Isabel Preysler para su día más especial.
Aparentemente, el copiloto les hizo una seña para que se retirasen a un lado de la carretera y el conductor les cerró el paso en la carretera. Los joyeros se quedaron impactados porque iban a la velocidad permitida y no habían incumplido ninguna norma de seguridad vial, por lo que la agresividad de la maniobra, supuestamente policial, parecía injustificada.
Tres personas con chalecos de la policía bajaron del coche y, mientras uno rajaba las ruedas del vehículo en el que se encontraban los joyeros, otro comenzó a apuntar con una pistola al conductor para que le abriese. El ladrón obligó a los joyeros a que le dieran el maletín con las joyas.
Entre ellas, según ha confirmado el mismo medio, había "collares, pendientes, brazaletes y pulseras de estilo antiguo". Éstas, además, podrían superar los dos millones de euros de valor. La Guardia Civil ya está investigando el caso, que se desconoce si fue premeditado o no, pero de momento no hay ningún detenido.