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La vida de Ana Obregón (capítulo 5): quiere ser actriz y se esforzará al máximo para conseguirlo

Llegó un momento en la vida de Ana Obregón en el que tuvo que plantar cara a su familia para luchar por su sueño de ser actriz. Lo recordamos en este capítulo

Ana Obregón tenía claro que quería ser actriz.

Redacción / M.A.

A espaldas de su padre, Ana Obregón continuó yendo a castings porque no pensaba renunciar a su sueño. Además, logró el título de licenciada en Biología siendo la segunda de su promoción, y eso le dio fuerzas para enfrentarse a su progenitor en condiciones cuando llegara el momento.

De joven, Ana Obregón tuvo que enfrentarse a su familia para perseguir su sueño de ser actriz.

El cine llamó de nuevo a su puerta en 1979. Le ofrecieron un pequeño papel en una película en la que actuaba Julio Iglesias llamada 'Me olvidé de vivir'. El problema era que tenía que viajar a París y quedarse tres días. En su casa, ella explicó que se iba a Sevilla a hacer un curso de Citogenética, pero no contó con que la presencia de Julio Iglesias en el rodaje era especialmente atractiva para las revistas, que enviaron a un montón de fotógrafos a la capital francesa.

Ana Obregón se escapó de casa para viajar a París a rodar 'Me olvidé de vivir', el filme de Julio Iglesias.

La noticia salió en muchos medios españoles y sus padres acabaron por descubrir que su hija estaba en la Ciudad de la Luz rodando una película. El cabreo de don Antonio fue monumental, pero Ana se lo dejó muy claro: "He decidido colgar la bata blanca de bióloga. Seré actriz".

El empresario se dio cuenta de que hacerla cambiar de opinión iba a ser imposible y que sería más fácil ayudar a su hija en el camino que había emprendido que enfrentarse a ella porque, si lo hacía, corría el riesgo de perderla. Eso sí, le dio un consejo: "Si quieres ser actriz, prepárate, estudia interpretación y lo que haga falta. Eres una chica inteligente. Confío en tu elección porque confío en ti". Y ella le respondió algo que ha cumplido: "Lograré que un día te sientas orgulloso de mí".

Ana y su padre, abrazados.

Ana comenzó una nueva vida en Londres

Siguiendo el consejo paternal, Ana puso rumbo a Londres, con dos objetivos: estudiar en la escuela de danza del Covent Garden y trabajar como modelo. La noche antes de su partida, estuvo con Miguel para despedirse de él. Intuyendo que aquel viaje marcaría un antes y un después en su historia de amor.

En Londres, Ana hizo cosas que nunca había imaginado, como ¡coger el metro! Sí, es que ¡jamás lo había cogido en Madrid! Ella misma reconoce que se moría de vergüenza porque en su casa tenían un chófer, Jesús, que les llevaba a la escuela cada día. 

¡No te pierdas cómo continúa la vida de Ana Obregón en el siguiente capítulo!