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La vida de Rocío Carrasco (capítulo 6): el desmoronamiento de la familia

Las tensiones que causó el testamento de Rocío Jurado y otras rencillas del pasado destrozaron la frágil convivencia del clan y, hoy, Rociíto no se habla con sus tíos ni con los Ortega Cano

Rocío Carrasco está enemistada con la mayoría de su familia. 

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El sueño de Rocío Jurado de una familia unida se derrumbó tras su muerte en el 2006. Y eso que, cuando supo que el cáncer que padecía era terminal, les pidió que no se distanciaran, intuyendo que la pesadilla del cisma familiar podría hacerse realidad. Así de bien los conocía. Pero, ¿qué pasó? ¿Por qué los Jurado comenzaron una guerra arrojando dardos a diestro y siniestro, sobre todo contra Rocío Carrasco?

Con sólo 30 años, sentía que vivía demasiado deprisa

Rocío, en la gala de TVE "Rocío siempre", de diciembre del 2005.

Visto en perspectiva, hay tres factores que causaron el descalabro familiar. Las tensiones que provocó el testamento de Rocío Jurado, algunas rencillas que venían acumulándose desde hacía tiempo y, por último, pero no menos importante, sobre todo para Amador, la gala televisiva "Rocío siempre", que se emitió en TVE en diciembre del 2005.

Estas tres circunstancias destrozaron la frágil convivencia familiar y, si alguien se ha visto afectada por sus consecuencias, ésta es Rocío Carrasco, que, a día de hoy, no tiene relación con sus hermanos, con sus tíos ni con su padrastro.

 Rosa Benito, que fue peluquera, cuñada y confidente de la cantante, y Chayo Mohedano, prima de Rocío Carrasco, que nunca ha hablado mal de ella.

Dicen quienes la conocen que Rociíto se alejó de los suyos cansada del circo mediático en el que se hallaban inmersos. En el 2007, cuando cumplió 30 años, seguía teniendo la sensación de que vivía demasiado deprisa, y cada año que transcurría le pesaba como si fueran 10. La muerte de su madre, sumada al agotamiento de su tormentoso matrimonio con Antonio David, hizo que la mochila emocional que arrastraba se hiciera tan pesada que prefirió desaparecer del mapa. Y eso aceleró el derrumbe familiar. Ella, que tendría que haber heredado, no sólo los bienes de la Más Grande, sino también su capacidad de unir al clan, se sentía incapaz de hacer aquel esfuerzo. No podía. Y claudicó, apoyándose en Fidel, el único del que se fiaba.

Amador Mohedano: la gala de la discordia

En el 2005, mientras su madre luchaba contra el cáncer en Houston (EEUU), a Rocío le molestó ver cómo su tío Amador y su entonces esposa, Rosa Benito, informaban a los medios acerca del estado de salud de su progenitora. Y no sólo eso. Años antes ya se había sentido traicionada por Amador, tal y como explicó en la docuserie de Telecinco, cuando contó que su tío se habría llevado un porcentaje de la exclusiva de su boda con Antonio David y que habría llamado a un paparazi durante su luna de miel sin ella saberlo.

Amador explicó que su sobrina y Fidel le traicionaron al organizar a sus espaldas el último espectáculo televisivo de su hermana.

De igual manera, Amador vivió como una traición el hecho de que, en el 2005, Fidel y su sobrina "a escondidas y sin decirme nada, convencieron a Rocío para hacer una gala de Navidad en TVE", explicó en "Sálvame". El hermano de la Jurado asegura que, a pesar de la desagradable sorpresa que se llevó al enterarse de lo que estaba ocurriendo, llegó a ayudar a Fidel para que todo saliera bien. Y eso que él "nunca habría firmado esa gala, porque mi hermana no estaba al 100%. Estaba muy débil. Pero lo hizo por favorecer a su hija, a Fidel y a otra persona que había".

El hermano de la chipionera aguantó todo el espectáculo y, aunque no quería estar en la gala, acudió porque su hermana le suplicó de rodillas que se quedara a su lado o no sería capaz de hacerlo. Así que Amador estuvo. Pero después del "show" y de haber tragado bilis por la traición de su sobrina, no pudo más. "Me peleé con ellos. Les dije que cómo se habían aprovechado de una circunstancia así, estando Rocío tan mala". Y ahí está, latente y grabado a fuego en su memoria, el germen de su distanciamiento, que más que eso ha sido y es una auténtica guerra en la que no ha entrado jamás Chayo, la hija de Amador y Rosa Benito, quien mantiene una buena relación con su prima y nunca ha dicho nada malo de ella.

Gloria y José Antonio, tíos de Rociíto, siguen peleados con ella.

Se acabo también la relación con Gloria y José Antonio

Tras la desaparición de la Jurado, la ruptura de Rocío con sus tíos, Gloria Mohedano y José Antonio, tampoco tardaría en llegar, a pesar de que siempre mantuvieron una relación muy especial, de esas que se forjan en los años de niñez. La joven pasó gran parte de los veranos de su infancia con ellos en Chipiona mientras su madre estaba de gira. Y ahora, no queda nada del cariño que un día los unió.

Los rumores apuntan como causante de este distanciamiento a la herencia maldita y también a las discrepancias sobre el proyecto del famoso museo dedicado a Rocío Jurado en Chipiona. Su relación se ha enfriado tanto, que en el 2017 su tío José Antonio anunció que había escrito un libro que iba a descubrir toda la verdad sobre la hija de la chipionera. De momento, es una obra fantasma, ya que no ha llegado a publicarse y empieza a ser una especie de leyenda. Veremos en qué acaba.

Ortega Cano, enfrentado por el museo de Rocío Jurado

Los obstáculos que Rocío puso para abrir el museo de su madre y que no le hablara de su pesadilla con Antonio David son las dos cosas que más han desconcertado a José.

En todo este embrollo familiar, Rocío Carrasco ha dejado caer en más de una ocasión que no tiene relación con algunos miembros de su familia porque se han posicionado al lado de Antonio David. Entre ellos, según ella, estaría José Ortega Cano, y eso que el diestro insiste en que su relación con él se limita a que es el padre de Rocío y David Flores, "que son como mis nietos". Además, ha asegurado que desconocía la pesadilla que vivió Rocío porque ella jamás se lo explicó a nadie. "Me habría gustado que lo hubiera hecho porque para eso está la familia", se ha lamentado el torero.

El diestro, junto a la estatua de la Más Grande en Chipiona.

Lo que parece claro es que la aparición de Fidel en la vida de Rocío provocó un distanciamiento entre los dos, que no ha dejado de crecer y que se hizo más plausible cuando el maestro se enfadó por los impedimentos que puso la joven para cumplir el sueño de su esposa de tener un museo en Chipiona. "Sé que a Rocío le hacía muchísima ilusión que la gente supiera su historia. La única cosa que yo le he podido decir a su hija, con toda mi buena voluntad, ha sido que el museo se abriera", ha dicho Ortega.

Gloria Camila y José Fernando, los grandes perjudicados

Gloria Camila lleva años sin hablarse con su hermana y mantiene una actitud fría hacia ella, aunque quienes la conocen creen que pronto podría producirse un acercamiento. José Fernando sigue sintiendo mucho cariño por su hermana mayor.

Antes de morir, Rocío Jurado le pidió a su hija que se ocupara de sus dos hermanos, Gloria Camila y José Fernando y, sin embargo, aunque aceptó aquella misión, 15 años más tarde, la relación entre ellos es nula. ¿La causa? "Entre otras, la relación que tienen ellos con Antonio David. Esa es la razón más importante", ha confesado Rocío, demostrando que la sombra de su exmarido es alargada y que le duele en el alma ver cómo Gloria, con la que se llevó muy bien hace años, estaría influenciada por él y por su hija, Rocío Flores.

Sin embargo hay un atisbo de esperanza en esta historia entre hermanas, ya que, todos lo que conocen a Gloria Camila están convencidos de que pronto podría producirse un acercamiento, pues, tras centrarse en su carrera de actriz, ha cambiado su círculo de amistades y eso podría servir para abrirle los ojos. En cuanto a su hermano, José Fernando, que está ingresado en un centro psiquiátrico y lejos de posibles malas influencias, no cierra la puerta a un encuentro con su hermana mayor, por quien sigue sintiendo un gran cariño.

Visto el mapa de relaciones familiares, queda claro que Rocío es una isla y que todas las tormentas que soporta tienen que ver con su ex y con una herencia que está maldita. Aunque la peor maldición es no poder ver ni abrazar a sus dos hijos, Rocío y David, apartados de ella por un huracán de odio y rencor.