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Virginia Troconis y Alba Díaz, más unidas que nunca tras la grave cogida de El Cordobés

El diestro, que fue operado en la misma plaza, sigue en casa centrado en su recuperación

El Cordobés con su mujer y su hija, dos de sus grandes pilares.

José de Santiago / Pepi Torres

En su último año en activo, cuando está ya a punto de jubilarse, Manuel Díaz, 'el Cordobés', le pegaron un susto de muerte a su familia tras sufrir una aparatosa cornada el pasado 12 de agosto, cuando formaba parte del cartel de un festejo taurino en Huesca. Sus hijos Alba, Manu y Triana y su mujer han sido sus grandes apoyos desde entonces.

Operado de urgencia en la misma plaza por, según se informó, "una herida por cuerno de toro en el triángulo de Scarpa (femoral) derecho con un trayecto superior y externo y otro inferior interno, abarcando una longitud de unos 20 centímetros sin lesión muscular. Además, Manuel Díaz presentaba una herida confusa en el segundo dedo de la mano izquierda con fractura expuesta y con minuta de falange media, con severa contusión en partes blandas y lesión de la arteria colateral radial y de la polea A-2. Pronóstico grave".

Apenas conocida la noticia, su hija Alba, que reconoce que no sabe manejar bien estas situaciones en que su padre corre peligro, solicitó a sus seguidores en redes sociales que, si estaban en El Rocío, pusieran una vela a la Virgen pidiendo la recuperación de su padre.

El diestro, que a sus 55 años mantiene la vitalidad y entereza de sus inicios taurinos, fue volteado por el primer astado de la tarde.

La hija del Cordobés atiende a uno de los espectáculos de su padre.

Alba, en una tierna imagen con Manuel Díaz en la casa del diestro.

Manuel Díaz, "con muchas ganas de volver al ruedo"

La petición mariana debió de funcionar bien porque, puestos al habla con Virginia Troconis, esposa del diestro, ésta nos explicó que su marido se "está recuperando muy bien. Está ya fuera de peligro, gracias por preocuparos por él". También Chema, hermano y hombre de confianza del torero, se congratuló de que "Manuel sea tan fuerte. Está en casa y con muchas ganas de regresar a los ruedos. Ésta es su temporada de despedida y desea finalizarla sin mayores contratiempos".

El herido junto a Virginia.

El pasado martes 15 de agosto, los médicos dieron de alta a Manuel Díaz del centro médico sevillano al que había sido trasladado. A la salida del centro, el torero contó cómo se encontraba. "Yo quería salir del hospital sin drenajes, me han puesto antibióticos y lo de la mano es lo que está un poco peor. Me siento muy ilusionado y agradecido y con ganas, a ver si puedo terminar este año mis compromisos porque me está pasando de todo. Hacía una década que un toro no me pegaba una cornada, y ha pasado éste, que es mi último año en activo, para que no me olvide. En cuanto cicatricen las heridas regresaré a los ruedos", afirmó el diestro, de 55 años, que añadió que deseaba "dar las gracias a todos los que me han mandado mensajes de ánimo y cariño en estos días".

Este delicado momento para el torero ha unido más todavía a su mujer y su hija mayor, que se han volcado en sus cuidados y no se han separado de él.