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La veterana periodista en una imagen de archivo.

A.L.J.

La periodista Inés Ballester ha vivido un auténtico infierno. Aunque ya se encuentra en casa reposando, acaba de hacer público, a través de una entrevista a el diario “El País”, que ha estado nada menos que tres semanas en el hospital a causa del coronavirus.

A sus 61 años, y tras superar un cáncer de mama en 2012, Inés confiesa que “el coronavirus ha sido peor que el cáncer”. Tal y como ha explicado, “con el cáncer sabes que te puedes morir, pero no sentí dolor ni soledad y sí el calor de los míos y de muchas personas que lo han pasado. Tuve médicos que sabían lo que hacían y eso me daba seguridad y tranquilidad. Lo peor de este virus es la soledad. El cáncer no me cambió la vida. Salí con la misma mala hostia de siempre. Ahora no: ahora estoy muy flojita. Se me pasará, pero esto me ha tocado mucho”.

Tres semanas en el hospital, sola, dan para pensar mucho. Más, si te encuentras tan mal como ella y no cuentas con precedentes para saber si vas a poder plantarle cara a esta desconocida enfermedad. “Recuerdo que pensé cómo sería mi funeral, quién iría, qué dirían, te lo juro”.

Encerrada en su domicilio, y sin poder ir a ver a sus padres, Inés se adapta a las nuevas rutinas: “Hago yoga online, psicóloga online, tomo un vino con las amigas después de los aplausos online, todo online, con lo callejera y lo tocona que yo soy. Estoy rara”. Eso sí, el Covid-19 le ha recordado, una vez más, lo que verdaderamente importa: “la salud. Sin salud no hay proyectos, no hay alegría, no hay nada”.