Isabel Pantoja ¿intenta vender Cantora a espaldas de su hijo Kiko Rivera?
Nuevas informaciones apuntan a que la artista estaría negociando a espaldas de su hijo Kiko Rivera la venta de la finca de Paquirri
Hace unos días, 'La Razón' desvelaba que la tonadillera habría llegado a un acuerdo con Antonio Trujillo, un empresario especializado en sociedades en concurso de acreedores que se habría hecho con los activos y deudas de la viuda de Paquirri (como el ático de Fuengirola y la famosa finca), ahora se apunta a que aunque la operación no está todavía cerrada, la artista estaría negociando a espaldas de su hijo Kiko Rivera, propietario del 47% de Cantora, convirtiendo la transacción en una "venta envenenada".
A pesar de que hay un contrato de confidencialidad entre Antonio Trujillo e Isabel Pantoja que se firmó a inicios de año, en 'El programa de Ana Rosa' han revelado que el empresario sería ya el dueño del ático de Fuengirola y que estaría muy interesado en hacerse con la parte de Cantora de la tonadillera.
El comprador baja el precio de Cantora
Sin embargo, y consciente de que la viuda de Paquirri está en una complicada situación económica, habría hecho una oferta a la baja y aunque la finca está tasada en 4,7 millones de euros, no estaría dispuesto a pagar más de 3,2 millones.
Una negociación que parece ser que Isabel Pantoja estaría llevando a espaldas de Kiko, sobre quien el empresario interesado en Cantora ha asegurado que ya se encargará más adelante, que primero quiere hacerse con el 52% de la tonadillera.
En el caso de vender su parte, Isabel dejaría a Kiko en una posición de debilidad máxima, ya que la finca es un proindiviso (es decir, dos partes sin dividir) y el nuevo propietario de Cantora le podría poner las cosas más difíciles al DJ de lo que se las ha puesto su madre.
Una información sobre la que le hemos preguntado a Kiko, que hace unos días aseguraba no tener ninguna noticia de la negociación para la venta de Cantora. Muy serio, el artista, acompañado por Irene Rosales y sus hijas Ana y Carlota, ha preferido guardar silencio y, aunque ha escuchado atentamente nuestras preguntas, no ha confesado qué le parece esta nueva jugada de su madre, dispuesta a vender la finca a sus espaldas.