Pronto
Cerrar

Ana Orantes: el asesinato que cambió la lucha contra la violencia machista

Era la primera mujer que acudía a televisión para denunciar un tipo de violencia que todavía no tenía nombre

Ana Orantes fue asesinada poco después de aparecer en televisión hablando de su dura situación.

Valeria Polo

En España, ha sido siempre tan común el maltrato a las mujeres, que se lo consideraba como una costumbre. "Mi marido me pega lo normal", le dijo una vez una mujer a un médico forense. Las agredidas se sentían avergonzadas de ser víctimas y, oficialmente, no existían protocolos ni recursos contra el maltrato, ni se contabilizaban las muchas muertas por esas agresiones, consideradas entonces como "crímenes pasionales".

Obligada a vivir con su maltratador, que la acabó quemando

Las cosas cambiaron con Ana Orantes. El 4 de diciembre de 1997 esta granadina fue a 'De tarde en tarde', en Canal Sur, para contar su historia. Tenía 60 años, de los que 40 habían transcurrido entre el maltrato y las vejaciones de José Parejo, su marido.

Era la primera vez que una mujer denunciaba en la tele un tipo de violencia que aún no tenía el nombre de machista o doméstica con que ahora la conocemos. La primera vez que una mujer explicaba en la pantalla que ella y sus hijos habían llegado a interponer hasta 40 denuncias, sin que policías ni jueces hicieran nada, como tampoco había encontrado nunca apoyo en su entorno, que lo sabía.

Cuando se divorciaron, un año antes del asesinato, el fallo judicial los obligó a seguir viviendo juntos, cada uno en una planta de la casa familiar en Cúllar Vega, porque el juez creyó a este hombre cuando le dio su "palabra de honor" de que no le haría nada.

Un agente de la Guardia Civil conduciendo a José Parejo Avivar, acusado de asesinato por quemar viva a su esposa, Ana Orantes, al interior de la Audiencia de Granada.

Y la mató. Aquel 17 de diciembre, le echó gasolina y le prendió fuego. Una nieta de 12 años se encontró a su abuela convertida en una tea. Cuando llegó la Guardia Civil, no se pudo hacer nada por salvarla, si bien Ana Orantes pasó a ser la primera víctima mortal reconocida de esta lacra.

Ahora, 25 años después, llevamos contabilizadas 1.177 mujeres asesinadas y lo peor: el contador no para.