Arde España: un bombero nos cuenta las duras y precarias condiciones en las que trabajan
Mario Gastón, bombero forestal en la Comunitat Valenciana, reclama unas gestiones de los incendios más preventivas y una mejora de la situación laboral de su colectivo
Los numerosos incendios forestales que se han declarado en España han arrasado casi 189.747 hectáreas, según datos del Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS). Es el peor verano de incendios de los últimos 15 años y, si la Administración no pone remedio, realizando labores de gestión preventivas y mejorando las condiciones de los bomberos, esta situación será un escenario cada vez más habitual.
Para saber un poco más sobre esta tragedia que asola nuestro país hablamos con Mario Gastón, bombero forestal de la Generalitat Valenciana y delegado sindical de la SPPLB, el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos.
PRONTO: ¿Cómo estáis viviendo la actual situación de incendios en España?
MARIO GASTÓN: Con preocupación, especialmente en Castilla y León, y cierta resignación. Todavía nos estamos recuperando del palo que ha supuesto la muerte del compañero Daniel Gullón. Todos nos vemos reflejados en él y nadie, con 62 años, debería estar trabajando en primera linea de fuego. Hace tiempo que vemos cómo los veranos son más largos y cálidos y el clima es más extremo. Sin embargo, las políticas siguen siendo las mismas, con un enfoque poco planificado, sólo se hace algo cuando ya está el incendio activo. Y esto requeriría una gestión más preventiva, sobre todo por la actual situación de abandono rural.
Los bomberos, afectados por "un problema de estabilidad laboral"
P: ¿Estáis satisfechos con los recursos que tenéis o echáis en falta ayuda por parte de la Administración?
M. G.: Para nada. Tenemos el mismo modelo de mono de intervención desde hace 30 años y vehículos que ni siquiera pasan la ITV. Hace poco se quedó un camión sin frenos. Y algunos parques están inoperativos con los camiones en el taller. También tenemos que actualizar los trajes de intervención a modelos más ergonómicos y corporativos que nos identifiquen como profesionales de las emergencias. Esto es especialmente urgente en las mujeres, que para hacer sus necesidades deben desvestirse totalmente. Pero lo más urgente es un replanteamiento de los turnos de trabajo. En la mayoría de dispositivos sólo existen dos, por lo que la atención a la emergencia se sostiene mediante guardias abusivas a costa del tiempo libre del trabajador y su conciliación familiar. Dicen que se está trabajando en mejorar el servicio, pero la verdad es que hemos perdido la confianza en nuestros gestores, ya que tenemos un problema de estabilidad laboral enorme y un tercio de la plantilla podría perder su empleo en los próximos años.
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