Una combinación de falta de recursos, inoperancia y venganza les costó la vida a Miguel Ángel Gómez y David Pérez, dos de los seis guardias civiles que participaron en la desastrosa intervención contra el narcotráfico en el puerto de Barbate (Cádiz) el viernes 9 de febrero., Esa tarde, el alcalde de esa localidad había pedido que la Benemérita controlara las narcolanchas que estaban en la bocana del puerto. La mala mar y la falta de patrulleras llevaron a articular un operativo que terminó en tragedia. Desde Algeciras, por tierra, se trasladó una Zodiac de 6 metros de eslora, con la que el grupo de guardias se acercó a las narcolanchas.