La cara de Cameron al descubrir el mundo en color es absolutamente maravillosa.
El pequeño Cameron heredó el daltonismo de su abuelo y, desde que nació, no ha podido ver los colores como el resto de los mortales. Afortunadamente, su madre tenía una sorpresa para él: unas gafas absolutamente mágicas. Cuando el niño se las pone, se abre ante él un mundo absolutamente nuevo. Su cara lo dice todo.
«¡Oh Dios mío! Esto es rojo. Y esto es blanco. Finalmente puedo ver los colores. Esto es alucinante», le dice Cameron a su madre, que lo sigue atentamente con su cámara para grabar uno de los momentos más importantes de su vida.
«¿Puedo llevarlas al cole? Quiero llevarlas toda mi vida», asegura él. Y le da mil gracias a su contentísima madre por hacerle sentir «tan increíble». No te pierdas los gestos de este emocionado niño al ver las coloridas flores por primera vez, te arrancará una sonrisa.