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Escuelas impresas en 3D para promover el acceso a la educación

El objetivo es construir colegios de manera más económica y sostenible en países como Madagascar, con una baja escolarización

Maggie Grout, impulsora de esta iniciativa, junto a la escuela ya terminada

Redacción

El sueño de Maggie Grout, una jovencísima estudiante de la Universidad de Colorado, en EEUU, siempre fue acercar la educación a los niños que no se lo podían permitir.

Grout, que fue adoptada en China siendo un bebé, reconoce que la educación que le han dado sus padres la ha convertido en la mujer que es, algo que quiere trasladar a esos menores que, por motivos de conflicto en su país, pobreza o crisis económica, no pueden recibir.

Colegios construidos ¡con una impresora!

La impresora 3D construyendo la base del edificio. Abajo, el interior del colegio.

Según UNICEF, 303 millones de niños de entre 5 y 17 años no asisten a la escuela en todo el mundo, algo que Maggie quiere ayudar a solucionar. Por eso, con sólo 15 años, creó la oenegé Thinking Huts, destinada a construir escuelas con impresoras en 3D en países con las tasas más bajas de escolarización.

Tras muchos años de trabajo, esfuerzo y, sobre todo, buscando financiación, la joven acaba de inaugurar la primera escuela construida con esta tecnología, un método más económico, sostenible y rápido que el tradicional que, además, da trabajo a la gente de la comunidad.

Los niños de Madagascar, encantados. La oenegé decidió construir la escuela en el país africano, algo de lo que se van a beneficiar muchos niños.

"La educación da poder a las comunidades"

"Thinking Huts combina tecnología con objetivos humanitarios para apoyar una educación de calidad. La educación es la solución universal que tiene el poder de prevenir epidemias, impulsar las economías, abordar los problemas ambientales y empoderar a las comunidades", comenta Maggie, que planea construir más escuelas en África.