La pequeña Saybie se aferró a la vida con tanta fuerza que logró que no se cumplieran los peores pronósticos de los médicos, quienes creían que apenas sobreviviría una hora. La madre de esta «bebé milagro», que desea permanecer en el anonimato, estaba embarazada de tan sólo 23 semanas y tres días cuando empezó a sentirse mal.
En el hospital, le informaron de que sufría preeclampsia, lo que hacía necesario que diera a luz. «No va a sobrevivir», repetía esta angustiada madre, consciente de que el embarazo medio dura unas 40 semanas y los especialistas consideran que un feto no cuenta con serias posibilidades de salir adelante hasta superada la semana 24ª. Tras una cesárea de emergencia, Saybie vino al mundo con un peso de 245 gramos.
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