La milagrosa historia de los niños perdidos 40 días en la selva

Lesly, de 13 años, Soleiny, de 9, Tien Noriel, de 4, y Cristin Neryman, de uno, son cuatro valientes niños colombianos que han pasado más de un mes perdidos en la espesura de la selva alimentándose escasamente de frutas y bayas que conocían por ser de una comunidad indígena que reside en una zona similar a la selva del Guavaire, donde se perdieron.

Estuvieron 40 días caminando

Los dos pequeños son hijos de Manuel Ranoque y Magdalena Mucutuy, y las dos mayores son sólo de la madre. Vivían todos juntos en la reserva indígena de Puerto Sábalo, un lugar sólo accesible por aire o por río en el que Manuel era gobernador. Pero él se vio obligado a huir de allí tras recibir amenazas de la guerrilla. Ya a salvo, llamó a Magdalena y a los niños para que se reunieran con él y empezar de cero en Bogotá, sin embargo la avioneta que tomaron madre e hijos se estrelló y los tres adultos que iban a bordo fallecieron.

Los menores se quedaron cuatro días junto al aparato, alimentándose con harina de yuca y otros víveres que encontraron en el aparato siniestrado, pero, luego, decidieron buscar ayuda, caminando casi sin descanso cerca del río para poder beber.

Llevaban una linterna, unos trozos de lona con los que se cubrían de la lluvia, una botella y el biberón de la bebé. Lesly sólo le permitía dar sorbitos, hasta que se le acabó y pasó a alimentarla con agua y poco más. A ratos, les acompañaba Wilson, un perro entrenado para encontrar desaparecidos, que acercó a la patrulla de búsqueda a su paradero, sin embargo, la selva es tan espesa allí, que llegaron a estar a 100 metros sin verlos.

Los niños sí les oían, pero se escondían pensando que eran peligrosos. Un día Wilson se adentró en la selva y ya no regresó y actualmente aún hay militares buscándolo, pues en Colombia es un héroe nacional.

Cuando cuatro miembros de la guardia indígena los encontró, los menores estaban sentados todos juntos, desnutridos y llenos de picaduras, pero vivos. Lesly se había rendido y esperaba lo peor. Sin embargo, quedarse quietos los salvó.

Lucha por su custodia

El padre de los niños, Manuel, tras pasar 40 días buscándolos en la selva, ha sido acusado por la familia de Magdalena de maltratarla a ella y a los pequeños y de intentar abusar de una de ellas. Al cierre de nuestra revista, no le permitían ver a sus hijastras, sólo a los biológicos, y los cuatro menores permanecían custodiados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Ranoque niega las acusaciones y afirma que, aunque agredió a Magdalena, fue más bien de palabra, pero que a los pequeños jamás los tocó y que el único interés de su suegra es quedarse con la supuesta pensión que les va a dar el Gobierno.

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