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Perros de acompañamiento: el gran apoyo de los menores en los juicios

Con su carácter afable, los canes de Dogtor Animal humanizan un acto tan hostil y tenso para los niños como es declarar ante un juez

Los perros logran que los pequeños se relajen cuando declaran ante un juez.

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Ellos no entienden de leyes, de procedimientos o de juicios, pero, sin embargo, con sus cuatro patas, su suave melena y su mirada llena de calma, los perros de Dogtor Animal consiguen humanizar un acto tan duro para los pequeños como es el de enfrentarse a un juicio.

Romper con la tradicionalidad de un sistema tan arraigado como es el jurídico no fue fácil, sin embargo, la psicóloga especializada en intervenciones asistidas con animales Vanessa Carral y su equipo lo consiguieron en el 2015. Fueron muchos trámites y entrevistas, pero lograron que los perros que ya trabajaban en terapias con ancianos o en hospitales entraran en los juzgados de la Comunidad de Madrid para acompañar a menores que se encuentran inmersos en procesos judiciales complicados, pues, en muchos casos, han sido víctimas o testigos de maltratos, violencias o abusos.

El objetivo: conseguir que el menor se focalice sólo en el perro

Ahora, lejos de encontrarse en los pasillos de los juzgados con abogados, policías o detenidos que van esposados, los niños de nueve juzgados de Madrid que soliciten el apoyo de Dogtor Animal, nada más llegar se encuentran con perros como Eika, una amorosa labrador de color negro de 10 años que los recibe con su carácter afable y cercano.

Junto con ella está Saskia Van Liempt, la técnico en intervenciones asistidas que la acompaña, que enseguida empieza con el protocolo para que el menor sólo se focalice en el perro.

Perros como Eira consiguen que la experiencia de los niños en los juzgados sea menos traumática.

Saskia nos cuenta el cambio que ella contempla en los niños: “Al principio ves que los menores están supertensos, pero está demostrado que, cuando acariciamos a los perros, generamos una serie de hormonas como endorfinas, dopaminas u oxitocina. Y los gestos de los niños se van suavizando paulatinamente, adquiriendo cierta relajación”.

No te pierdas el resto del reportaje en el nuevo número de tu Revista Pronto.