El director de Proactiva Open Arms denuncia que el cadáver que hay a su espalda es fruto del mal hacer de las milicias libias y del gobierno italiano.
La mirada de Josefa lo dice todo: está aterrada, agotada, muerta de frío... Huyó de su Camerún natal en patera tratando de olvidar las palizas que su marido le propinaba porque no podía darle hijos pero, en lugar del paraíso, acabó dos días con sus noches a la deriva junto al cadáver de otra mujer y al de un niño de edad preescolar.
Si la oenegé catalana Proactiva Open Arms hubiera tardado una hora más en encontrarla, también estaría muerta. Tras varios días de tiras y aflojas con el gobierno italiano, Open Arms optó por poner rumbo al puerto de Palma de Mallorca, donde les han prometido dar sepultura digna a las dos víctimas y cuidar de la desamparada Josefa. Ella sólo repite, como un mantra: «Libia no, libia no».
Òscar Camps, director de Open Arms, denuncia públicamente el drama. Escúchalo, compártelo.