Emilio Aragón y Aruca: una historia de amor que dura más de 40 años
La de Emilio Aragón y su mujer, Aruca Fernández-Vega, es una de las relaciones más estables del panorama patrio. ¡Te contamos sus inicios!
La de Emilio Aragón y Aruca Fernández-Vega es una historia de amor que podría haber sido contada perfectamente en una película... y es que la pareja, que hoy tiene 63 y 62 años respectivamente, ¡se conoció cuando eran apenas unos adolescentes!
La vida los cruzó cuando el que fuera protagonista de 'Médico de familia' tenía solo 17 años (ella, uno menos, 16). Sus vidas se toparon porque el abuelo materno de Aruca, que era el propietario del Circo Americano y del Circo Price, contrató a los Aragón para un espectáculo... y surgió el amor. Pero no entre ellos: y es que antes de Emilio y su mujer, se enamoraron Rita Irasema, hermana de Emilio, y Manuel Feijóo, uno de los tíos de Aruca.
Tras una primera unión entre las familias (Rita y Manuel se casaron en 1976) llegó la de Emilio y Aruca y, el 19 de agosto de 1983, contraían matrimonio en Asturias.
Su boda fue calificada por la propia Aruca como "un desastre" ¡porque en plena celebración les pilló la gota fría!: "Fue horroroso. Todo el aperitivo se fue al garete. Las señoras con los tacones hundidos en el fango. Se organizó un barrizal... Yo lloraba con mi padre encima de la cama: ‘Esto es un desastre, papá'", explicó la mujer de Emilio Aragón en 2019 a Vanity Fair, en la única entrevista que ha concedido en su vida.
Viendo que el matrimonio está a punto de cumplir 40 años y tienen en camino a su cuarto nieto, va a ser verdad eso de "novia mojada, novia afortunada"...
Tres hijos y una vida fuera de las cámaras
Pese a la fama de Emilio, uno de los showmans más importantes de España, Aruca y sus hijos se han mantenido siempre al margen de los focos. Icíar, Nacho y Macarena se han criado como personas anónimas por expreso deseo de sus padres: "Hemos sido muy reservados. Nunca hemos querido dar ninguna entrevista. Ni cuando nacieron mis hijos. ‘Te pagamos’, me decían. No. Quiero tener mi vida privada", confesó Aruca en la citada entrevista.
Pero ese deseado anonimato no han podido cumplirlo siempre. Mientras Emilio Aragón conocía el gran éxito de su vida con la televisiva familia Martín en 'Medico de familia', la suya propia no llevaba demasiado bien la exposición mediática.
Tanto, que entre la 3º y la 4º temporada de la serie, los Aragón Fernández-Vega se mudaron a Boston durante un año para poder pasar desapercibidos. "Fue la primera vez que me enfrenté a la prensa. No podía más. Hicimos una mudanza y la puerta se llenó de paparazzis. Tenía que estar detrás de la valla, medio escondida, dando indicaciones a los mozos. ¿A la gente qué le importa la mesa que yo tengo en mi salón?", explicó la mujer del actor.
Y hasta el mismísimo Boston se desplazaron los fotógrafos, tal y como cuenta Aruca: "Se corrió la voz de que teníamos problemas familiares y estuvieron vigilándonos durante un mes, pero nosotros no vimos a nadie".
Así es Aruca Fernández-Vega, la mujer de Emilio Aragón
Discreta como pocas, Aruca proviene de una saga familiar de oftalmólogos y empresarios. La mujer de Emilio Aragón siempre se ha movido en ambientes más que selectos (su tía estaba casada con Sabino Fernández-Campos, secretario de Juan Carlos I), pero quienes la conocen saben que jamás presumirá de sus apellidos.
Hoy ejerce de mecenas de moda, "amadrinando" a jóvenes diseñadores, pero no siempre ha sido así. De hecho, fue Aruca quien montó con Emilio Aragón Globo Televisión, junto a un primo suyo. Esta empresa, en la que ella se encargaba de la administración y los contratos, fue el germen de lo que más tarde se convertiría en Globomedia, el gran éxito empresarial de la vida de Emilio.
Es una mujer muy deportista y familiar: ha llegado a escalar el Kilimanjaro y, dicen, corre unos 8-10 kilómetros diarios.
La pareja vive con el resto de su familia en una suerte de "urbanización" hecha a medida: tienen tres casas (para el matrimonio, para Icíar y sus hijos, y para el padre de ella) unidas por el jardín. "¡Somos la pensión del peine!", bromeó en Vanity Fair.
Así, ademas de tener cerca a sus seres más queridos, todos pueden gozar de la privacidad que han buscado siempre.