Corría el año 1998 cuando una modelo y ex Miss España copaba gran parte de los titulares de la prensa rosa. Su nombre era Mar Flores, y Fernando Fernández Tapias, el último hombre que había aparecido a su lado. Ella estaba en los mejores años profesionales de su vida: se comía el mundo encima de las pasarelas, las marcas se peleaban por tenerla como imagen y su vida sentimental cotizaba al alza en las revistas del corazón. Él, por su parte, tenía un perfil mucho más discreto: era 30 años mayor que ella y un empresario de éxito que se codeaba con las altas esferas de la sociedad (era gran amigo personal de Juan Carlos I y, hasta el final de su vida, ha sido vicepresidente 1º del Real Madrid).