La pareja comienza a ver la luz después del año más duro de sus vidas.
Parece que la temporada más dura en las vidas de Iker Casillas y Sara Carbonero está llegando a su fin. La pareja ha vivido, sin lugar a dudas, un «annus horribilis». Primero fue el infarto de Iker; y, sin tiempo para digerir este duro golpe, llegaba el cáncer de ovario de Sara.
La pareja hacía entonces más piña que nunca y se centró en la recuperación de ambos, siempre apoyándose incondicionalmente y con la certeza de que todo iba a salir bien. Hace menos de un mes, el cancerbero loaba el papel de su esposa a través de una bonita publicación en Instagram.
Y, a finales de octubre, llegaban por fin, las buenas noticias. El portero aseguraba que «era un día para estar muy alegre». Mientras que la mejor amiga de Sara, Isabel Jiménez, la obsequiaba con un enorme ramo de flores y con una nota con el siguiente texto: «Sabía que no tenía que esperar. Hay mucho que celebrar, comadre».
Aunque Sara e Iker no se han pronunciado, todavía, al respecto, ambos han colgado imágenes en sus redes sociales en las que se los ve muy relajados. El principio de una buena y merecidísima racha.