Jesulín de Ubrique y María José Campanario: así es su nuevo día a día desde que fueron padres de nuevo
Mientras el exdiestro prepara una docuserie sobre su vida, su mujer se dedica al cuidado de su bebé, Hugo, de 8 meses. Así es su vida ahora:
Jesulín y Campanario llevan una vida muy familiar.
El nacimiento de su tercer hijo marca un antes y un después en la vida de Jesulín y María José Campanario. El pequeño Hugo cumplirá su primer año de vida el próximo 7 de junio y no existen imágenes de un bebé que ha llevado a sus progenitores a dar un cambio radical en su existencia mediática.
Jesulín fue uno de los toreros más populares de los años 90.
El extorero y su mujer han elegido la discreción y el silencio en esta nueva etapa vital, volcada ella en el cuidado de Hugo y Jesús, en sus negocios. Tras años concediendo exclusivas –la última en agosto del 2022 hablando sobre sus 20 años de matrimonio–, la pareja ha decidido no hacerlo más, además de evitar dar declaraciones y acudir a eventos. Muestra de ello es que el bautizo de Hugo se celebró en secreto en la finca Ambiciones a finales del pasado año, al que acudieron sólo unos pocos familiares y amigos. Era la primera vez en ocho años que los Janeiro coincidían allí.
La entrada de Ambiciones, la finca que compró Jesús en 1990.
Mª José Campanario no trabaja y está centrada en su bebé
Una de las mejores amigas de Campanario, la periodista Carmen Pardo, nos saca de dudas sobre la nueva vida del matrimonio. Está en contacto directo con María José y hablan habitualmente por teléfono. "Ella está muy feliz con su niño, allí en Arcos, haciendo una vida muy tranquilita y sin hacer nada especial. Me ha dicho que su prioridad en estos momentos es cuidar a su bebé. No trabaja, pero sí lo hará más adelante, buscando un empleo de lo suyo en una clínica cercana a su casa. Se acabaron las aventuras profesionales lejanas. No está dispuesta a seguir viajando, no quiere separarse largas temporadas de su familia", nos cuenta la periodista.
Carmen aclara que la pareja "está muy bien, son muy felices, y la relación de María José con los hermanos y la madre de su marido es ahora buena. Todo estupendo. Os puedo asegurar que reina la armonía en la familia Janeiro Campanario a todos los niveles".
Campanario con su cuñada, Beatriz Trapote.
"Quieren llevar una vida discreta"
Rocío M. es una de las vecinas de la urbanización de Arcos de la Frontera (Cádiz) donde residen los Janeiro, y manifiesta que "hacen una vida muy familiar y tranquila. Salen poco y no se relacionan prácticamente con sus vecinos. Quieren llevar una vida de lo más discreta. Sé que lo pasaron muy mal cuando tuvieron que ingresar de nuevo a María José en diciembre, pero a los pocos días ya estaba de vuelta en su casa".
Rocío hace alusión al paso de la odontóloga por el hospital a causa de la fibromialgia que padece. Su marido no se separó de su lado, siendo los abuelos maternos los encargados de cuidar de los hijos de la pareja.
El extorero con su tigre Currupipi y rodeado de mujeres, a las que atraía en masa.
La privacidad de sus hijos, su prioridad
Jesús y su mujer han apoyado a su hija Julia en su proceso judicial contra Mediaset por intromisión ilegítima en su derecho al honor, la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Un caso ganado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Arcos de la Frontera, y cuya sentencia condena a Kiko Hernández, colaborador de "Sálvame", a pagar 30.000 euros por sus declaraciones contra Julia en el espacio, y a Mediaset, a 190.000. La sentencia concluye que ser personaje público no se hereda y que sus padres sean famosos no implica que Julia sea una figura pública, sobre todo cuando no ha concedido entrevistas para hablar de su vida privada.
Mario Bonacho, abogado de la joven, ha dejado claro que "el hecho de que suba a Instagram fotos personales no es excusa para que un medio de comunicación o una televisión las coja sin permiso expreso para destripar su vida". De todas formas, la sentencia es recurrible ante la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo.
Una sentencia ha condenado a Mediaset y a Kiko Hernández por vulnerar el derecho al honor de Julia. Que sus padres sean famosos no implica que los medios hablen de su vida privada.
Pardo nos explica que "los padres de Julia están muy contentos por esa primera sentencia, que supone que, aunque su hija sea mayor de edad, no se pueden meter con su vida. Y están convencidos de que este proceso está ganado. Además, esta demanda se puso también para proteger en el futuro la vida personal de Hugo ante los medios y también a su hermano Jesús, que ahora está estudiando la ESO. Que todos los medios se lo piensen mucho antes de hablar de ellos porque les pueden caer demandas. Lo que han hecho con Julia no ha sido normal, la han machacado".
Una fuente cercana al extorero, que prefiere mantenerse en el anonimato, nos recuerda que "Jesús y María José decidieron no conceder una exclusiva presentando públicamente a Hugo para no caer en el error de desvelar datos de su vida privada, a sabiendas de que demandaban para preservar la vida de su hija. Habría sido una incongruencia que hubiera traído malas consecuencias".
Rodando una docuserie para Netflix
Mientras María José cuida a Hugo, Jesulín continúa con sus negocios. Carmen nos dice que "sigue con su gasolinera, con la explotación de su finca y con la idea de convertir Ambiciones en un lugar de organización de eventos". En este último proyecto podría estar implicada la hermana del diestro, Carmen.
Además, Jesulín también está en proceso de rodaje de una docuserie para Netflix en la que hace un repaso a su trayectoria personal y profesional. Sólo ha puesto una condición: no hablar de su hija Andrea para respetar la decisión de la joven de querer ser anónima.