Luis Ortiz: "Si no fuera por Gunilla, yo estaría muerto"
La historia de amor entre el empresario y la reina de la noche marbellí ha cumplido ya 50 años
La llegada de la condesa alemana a la vida de Luis en los 70 supuso un cambio radical en los hábitos de quien, hasta entonces, formaba parte del cuarteto marbellí de "los chorys", un grupo de empresarios, fiesteros y ligones, que vivían la noche a tope. "No me he divertido más en mi vida. Éramos la bomba. Vivíamos juntos y había algunos que nos tachaban de maricones. Pero hasta las pijas madrileñas venían a Marbella para ligar con nosotros", nos cuenta Luis, que este último año ha luchado contra un cáncer de próstata.
"Gunilla es muy sana, ni fuma ni bebe"
PRONTO: El apoyo de Gunilla ha sido esencial para superarlo, ¿no?
LUIS ORTIZ: Sí, ella ha sido fundamental. Lo es desde que nos conocimos hace 50 años.
P.: ¿Y cómo habéis celebrado el medio siglo de amor?
L. O.: Con una cena con familiares y amigos, porque han sido cinco décadas de amor y vida.
P.: Pero os divorciasteis...
L. O.: Nos interesaba hacerlo por una serie de circunstancias. Pero nunca nos hemos separado.
P.: ¿Qué destacarías de ella?
L. O.: Todo, pero sobre todo me quedo con su disciplina y su belleza. Gunilla me apartó de una vida de desenfreno, alcohol y drogas. Si no fuera por Gunilla, yo estaría muerto. Yo le pegaba a todo, y ella es muy sana. Ni bebe, ni fuma, ni dice tacos…
P.: Y tú, Luis, tienes fama de abuelazo.
L. O.: Como abuelo soy genial, juego muchísimo con mis nietos, les he enseñado golf y son unos fenómenos.