Mery Perelló, el mayor apoyo de Rafa Nadal en su momento más difícil
Rafa Nadal está pasando uno de sus peores baches de salud, pero cuenta con el gran apoyo de su mujer, Mery Perelló
Pese a haber empezado la temporada de la mejor de las maneras, Rafa Nadal ha sufrido un gran revés: una fisura en las costillas le tendrá apartado de las pistas aproximadamente un mes y medio, por lo que se perderá varios de los grandes torneos para los que se ha estado preparando durante meses. Se trata de un duro golpe para el tenista, cuya presencia en el Madrid Open, que se celebrará el próximo mayo, todavía está en el aire.
Rafa se perderá, durnante esta primavera, el torneo de Montecarlo y el Conde de Godó, algo que, sin duda, nubla su esperanza de llegar al Roland Garros en plena forma. El tenista está viviendo una de sus horas más bajas, laboralmente hablando, y así lo ha hecho saber en un comunicado: "Cuando respiro y cuando me muevo es como si tuviera una aguja dentro todo el tiempo. Me hace sentirme un poco mareado porque es doloroso"; ha explicado, añadiendo que el parte médico revela que padece "una fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo".
"No son buenas noticias y no me esperaba esto. Estoy hundido y triste porque, tras el inicio de temporada que he tenido tan bueno, llegaba a una parte muy importante del año con muy buenas sensaciones y buenos resultados. Siempre he tenido ese espíritu de lucha y superación y lo que sí haré es tener paciencia y trabajar duro tras mi recuperación", sentencia.
Su mujer, Mery, es su gran apoyo
Una vez más, y como viene haciendo desde que eran solo unos adolescentes, Mery Perelló, la mujer de Rafa Nadal, es también su mejor apoyo. La mallorquina se ha mantenido siempre a su lado, celebrando sus victorias y acompañándole en los momentos más amargos de su carrera.
Tras casi dos décadas juntos (17 años siendo novios y 2, como marido y mujer), la pareja es una de las más estables de deporte nacional. Se enamoraron gracias a Maribel, hermana de Rafa y compañera de clase de Mery, que hizo de celestina... ¡y vaya si le salió bien la jugada!