Este fin de semana se ha celebrado una de las bodas más esperadas del año: el enlace entre Rafa Nadal y Mery Perelló.
La pareja, que llevaba prácticamente 15 años de noviazgo, se ha dado el «sí, quiero» en Mallorca en una ceremonia a la que acudieron 350 familiares, amigos y personalidades del deporte. Entre los asistentes, destacaron don Juan Carlos y doña Sofía, muy amigos de los novios, que fueron los primeros en llegar.
El rey emérito don Juan Carlos fue uno de los primeros en llegar al enlace.
La ceremonia se celebró el sábado, a las 13:30 h, en el interior de Sa Fortesa, un castillo del siglo XVII situada al norte de la isla y estuvo totalmente blindada. A los invitados se les pidió que dejaran los móviles en la entrada con el objetivo de conseguir la más «estricta intimidad». La intención de los novios era celebrar su boda siguiendo la línea de discreción que siempre les ha caracterizado.
Más invitados VIPs
A lo largo de la mañana fueron llegando los invitados en varios turismos, minibuses y autobuses por el acceso situado junto a la base militar de Pollensa. Uno de los primeros en llegar fue el sacerdote que ofició el enlace, Tomeu Català, fundador de Proyecto Hombre y un muy buen amigo de la familia del tenista.
Carlos Moyá, el entrenador de Nadal y también tenista mallorquín, asistió con su mujer Carolina Cerezuela, así como varios amigos de la pareja, como los tenistas Feliciano López y su mujer Sandra Gago, David Ferrer y su pareja Marta Tornel, Marc López y el argentino Juan Mónaco.
Feliciano López y su mujer Sandra Gago durante la boda.
David Ferrer y Marta Tornel saliendo del hotel donde estaban alojados en Pollença.
Entre los asistentes también se encontraban el entrenador Francis Roig, el médico Ángel Ruiz-Cotorro y los empresarios Manuel Piñera y Richard Mille.
El vestido de novia
Mery Perelló escogió para su boda un elegante y sofisticado diseño de Rosa Clará. El vestido, de escote caja y manga larga, es de encaje francés y está compuesto por motivos gráficos y florales.
La parte superior tiene micropedrería incrustada con semitransparencias y la falda, de línea evasé, está confeccionada en crepe de seda natural e incorpora una ligera sobrecola extraíble. Además, el look nupcial se completa con un sutil velo de tul en seda natural.