Aunque debutó como modelo cuando tenía apenas 20 años, lo cierto es que la carrera de Sandra Ibarra en este mundo no fue fácil, ya que sus inicios profesionales coincidieron con el diagnóstico de la dura enfermedad que ha superado hasta en dos ocasiones: la leucemia., Sandra, que se curó gracias a un trasplante de médula de su hermano pequeño, dio a su vida un giro de 180º tras recuperarse, y siempre ha aprovechado su visibilidad mediática para llevar a cabo acciones solidarias para apoyar la lucha contra el cáncer.