Las procesiones de Semana Santa más curiosas
Hay muchas maneras de celebrar la Semana Santa. Y, aparte de las formas más tradicionales, aquí dejamos unas cuantas que sorprenden por ser diferentes y de lo más variopinto
Recogemos algunas de las celebraciones de Semana Santa más curiosas, desde la procesión leonesa de los borrachos hasta el paso más original de Orihuela.
En Lorca, de cine
En esta localidad murciana, su Viernes Santo es uno de los más espectaculares, ya que se celebra con un inmenso auto sacramental al que, desde 1885, se han ido añadiendo escenas del Antiguo Testamento. Así, en este Desfile Bíblico Pasional, que dura unas tres horas, participan más de 3.000 figurantes y 400 caballos y en él vemos a personajes como Marco Antonio, Nerón y Cleopatra, así como carrozas, un vestuario de cine y hasta cuadrigas.
La procesión leonesa de los borrachos
Todo empezó el Jueves Santo de 1929, cuando Genaro o Genarín, como le llaman todos, un hombre de vida azarosa y muy bebedor, estaba orinando en la calle y fue atropellado, como publicó el diario 'La Democracia', por un camión de la basura.
Desde entonces, el Jueves Santo, los leoneses celebran la procesión del Entierro de Genarín (la de los borrachos), paseando su figura mientras comen queso, beben orujo y recitan poemas en su honor, como éste: "Siguiendo sus costumbres, que nunca fueron un lujo, bebamos en su memoria una copina de orujo".
Danza de la Muerte, desde la Edad Media
En Verges, Girona, mantienen una tradición que se remonta a la alta Edad Media. Es la Danza de la Muerte, que tiene lugar el Jueves Santo y en la que participan cinco danzantes vestidos de esqueleto, que bailan al son del tambor. Todo para escenificar la brevedad de la vida y la inevitabilidad de la muerte.
Orihuela, el paso más original
En esta localidad de Alicante, el Sábado Santo se celebra la procesión del Santo Entierro de Cristo en la que sale uno de los pasos más originales y antiguos que hay, el del Triunfo de la Cruz (sobre la muerte y el mal) o de La Diablesa (por su figura de un diablo con pechos). Lo curioso es que este paso, por llevar al maligno, no puede entrar en las iglesias.