Recorre más de 10.000 km en bicicleta con su perro
Antonio Gallardo y su inseparable can, Siroco, llevan más de un año de viaje
Antonio y Siroco, durante su viaje.
En junio del 2023 Antonio Gallardo salió de Hornachos, el pueblo de Badajoz en el que vive y lo hizo montado en bicicleta y acompañado de su perro Sirocco. Desde entonces, ambos recorren a diario entre 40 y 60 kilómetros.
El inicio de la aventura
Han recorrido juntos más de 10.000 kilómetros.
PRONTO: ¿Qué te llevó a emprender esta aventura?
ANTONIO GALLARDO: Yo quería ser dueño de mi tiempo. Para mí, no es lo mismo vivir la vida que sentirla. Ésta es una decisión tomada a conciencia. Un año y medio antes de iniciar este viaje, di la vuelta a España con Siroco en bicicleta durante cinco meses. Ese viaje sí fue una necesidad, porque estaba atravesando una etapa complicada. Esta vez ha sido mi elección.
Ambos revisando el mapa para seguir con su rutina diaria.
P.: ¿Cómo es tu día a día?
A.G.: Me levanto temprano, tomo un café, miro el mapa y decido adónde ir. Cojo la bici y arranca el día. Luego, paro y me preparo la comida, que intento que sea lo más sana posible. No como carne ni pescado, pero sí frutas, verduras y legumbres. Siempre llevo en mi equipaje miel, frutos secos, crema de cacahuetes y chocolate negro. Intento publicar a diario una newsletter en www.likeyourwind.com, donde voy contando mi experiencia, cuelgo cosas divertidas en Instagram (@brutalbichos) y en YouTube publico vídeos que hago con mi dron. Cuando acaba el día, decido dónde quiero dormir. Suelo hacerlo en mi tienda de campaña, aunque también he dormido en granjas, iglesias, antiguas fábricas, cementerios y en casas de mucha gente que me ha abierto las puertas. ¡No te imaginas cuántos!
Siroco, el compañero más fiel
Siroco, el perro que llegó a la vida de Antonio.
P.: ¿Cómo llegó Siroco a tu vida?
A.G.: Por casualidad, en un momento personal y laboral malo para mí. Un primo mío encontró a la madre de Siroco abandonada en la calle y preñada. Aunque, al principio, me dijeron que todos estaban adoptados, al final una familia se echó atrás y adopté a Siroco, aunque siempre digo que fue él quien me adoptó a mí.
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