Agricultores damnificados por la DANA: "Hemos perdido casi 1.400 millones de euros"
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores reclama las ayudas
Los plásticos arrastrados por la riada llegaron a la Albufera.
Los efectos devastadores de la DANA que azotó el sur de Valencia siguen dejando huella y afectando a la vida en la zona. No solo viviendas, calles e infraestructuras se enfrentan a una situación crítica, sino que también el sector agrícola está pasando por un momento de gran dificultad.
Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja (Asociación Valenciana de Agricultores), nos describe un panorama preocupante: “Hemos hecho una valoración de las pérdidas y se elevan a 1.379 millones de euros. Los caminos rurales y las entidades de riego son las infraestructuras más dañadas y más de un 10% de la producción cítrica de la Comunidad Valenciana se ha perdido”.
"Las mandarinas, las naranjas y el caqui son los más perjudicados"
Cristóbal Aguado es el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores.
PRONTO: ¿Qué cosechas han sido las más afectadas?
CRISTÓBAL AGUADO: Hemos perdido 322 millones de euros de las cosechas pendientes de recolección, siendo las mandarinas, las naranjas y el caqui los más perjudicados. Además, la inundación permanente ha provocado asfixia radicular y podredumbre, y hay campos que no se han recolectado porque no se ha podido acceder a ellos.
La fruta caída, echada a perder.
P.: Destacas el caqui como uno de los más perjudicados.
C.A.: Sí. La Ribera Alta es la principal zona productora de caqui de la Comunidad Valencia, de España, incluso de Europa. Al ser la comarca más afectada por la DANA, se ha perdido más de la mitad del caqui que quedaba por recoger.
“Nos da miedo que muchos campos queden abandonados”
Imagen de la albufera, llena de basura.
P.: ¿Cuáles son las previsiones de recuperación?
C.A.: En algunos campos, si se realizan reparaciones en infraestructuras y se aplican tratamientos fungicidas, quizás sólo se pierda la cosecha de este año. Pero hay muchas parcelas por replantar y reacondicionar, que tardarán más de cinco años en volver a estar a plena producción. Además, nos da miedo que, si las ayudas no llegan, por el envejecimiento de la población agraria y la falta de relevo generacional, muchos campos queden abandonados.
Puedes leer la entrevista completa en la nueva Revista Pronto.
