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Olivia Mandle: "Mi generación es la última que puede cambiar el mundo"

A los 16 años ya es conocida como la Greta Thunberg española por su activismo en favor de los delfines y contra los microplásticos que contaminan los mares

Olivia con su invento, la Jelly Cleaner, que sirve para limpiar de plásticos la superficie del mar.

Silvia Alberich / Ariadna Munuera

El amor por la naturaleza y la conciencia sobre el cambio climático llevaron a Olivia Mandle a movilizarse por y para el planeta. La joven, de 16 años, ha sido reconocida como heroína por el Instituto Jane Goodall y seleccionada como una de las 37 jóvenes líderes de este año por Womans of the World Festival.

Reconocimientos a un activismo que empezó a los 12 años y que, desde entonces, ha llevado a Mandle a dar charlas y organizar talleres e incluso a escribir un libro y presentar una serie de televisión. Una agenda muy intensa y comprometida para una estudiante de primero de Bachillerato Internacional que quiere ser bióloga marina y compagina su lucha medioambiental con el ballet y la vida familiar.

PRONTO: ¿Cómo nace tu conciencia medioambiental?

OLIVIA MANDLE: Me encantan los animales desde que era pequeña. La naturaleza ha sido y es mi pasión. En casa, somos una familia muy consciente. Mis padres siempre nos han enseñado a mi hermano y a mí que hemos que cuidar y respetar el planeta, y hemos crecido con esa consciencia.

Oliva Mandle

“En una hora, sacamos más de 700 kilos de basura de la playa”

P.: En ese terreno, hay muchos frentes abiertos, aunque tú te has centrado, principalmente, en los microplásticos y el maltrato animal. ¿Por qué?

O.M.: En 2019, se materializó mi activismo. Ese año estuve en Nueva York y vi una exposición sobre el impacto del cambio climático que me dejó muy tocada. Me hizo ver que los plásticos están inundando nuestros mares, sobre todo, el Mediterráneo, que es el más contaminado del mundo. De eso ya me daba cuenta en Calella de Palafrugell, el pueblo donde veraneo, ya que cada año hay más plásticos en la playa. A partir de ahí, creé la Jelly Cleaner, un utensilio para limpiar los plásticos de la superficie del mar. Desde hace cuatro años, cada verano organizo una recogida de residuos con una treintena de Jelly Cleaners que he hecho. En la última, en una hora, sacamos más de 700 kilos de basura. ¡Imagínate si hubiéramos dedicado más tiempo!

P.: Cuando empezaste tu activismo, a los 12 años, ¿imaginabas que lograrías todo esto?

O.M.: La verdad es que no. Creé la Jelly Cleaner para intentar mejorar los océanos, pero no imaginaba llegar a este punto. La pandemia me hizo reflexionar muchísimo y darme cuenta de que es mi generación la que tiene que cambiar el mundo. Quizás sea la última que pueda hacerlo, antes de que sea demasiado tarde.

P.: Cuéntame cómo te imaginas de aquí a una década.

O.M.: Como bióloga marina, estudiando los delfines y cetáceos en libertad, viajando por el mundo y cerrando delfinarios, si es que aún existen. Sobre todo, imagino mi día a día en el mar, aprendiendo de los delfines.

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