Tres niñas recaudan un millón de euros haciendo pulseras contra el cáncer infantil
Hace poco más de tres años, Candela estaba ingresada en el hospital Sant Joan de Déu, centro en el que la trataban de leucemia. Para ayudarla a hacer más llevaderas sus sesiones de quimioterapia, una voluntaria le enseñó a hacer pulseras a base de entrelazar hilos de diferentes colores. La niña se aficionó y, ese verano, les contagió su pasión a dos de sus amigas, Daniela y Mariona, quienes, tuvieron una idea que resultaría brillante: vender los brazaletes y destinar el dinero que obtuvieran al hospital en el que se encontraba su amiga para que pudieran curarla. Descubre toda esta emocionante historia en tu revista Pronto y no te pierdas aquí el vídeo con el testimonio de Candela.