La dieta de la felicidad, entrega 2: actívate y gana vitalidad
Segunda entrega de la nueva dieta de tu Revista Pronto, porque lo que comes, influye, y mucho, en cómo te encuentras, tanto físicamente anímicamente
¡Dale a las proteínas!
Nada de comer una triste ensalada de lechuga y tomate o cenar un bol de fruta. Tus músculos necesitan proteínas para estar en forma y responder a las exigencias del día. Y como las proteínas de calidad –carne magra, pescado, huevos, lácteos, frutos secos y legumbres– reducen los picos de azúcar, introducir una ración en todas tus comidas (¡desayuno incluido!) hará que el cerebro reciba combustible de forma constante. Adiós a esos apagones en forma de olvidos, pérdida de concentración, desmotivación, negatividad...
Verde que te quiero verde
Si hay un color que debe predominar en tus menús, éste es el verde. ¿La razón? Las verduras, hortalizas y frutas de ese tono oxigenan el cerebro y recargan los músculos de energía –la clorofi la y el hierro se encargan de ello–. Y, gracias a su extraordinaria riqueza en magnesio, mejoran la capacidad de aprendizaje, reducen la fatiga y alivian la tensión nerviosa y muscular.
Vitaminas B, las del bienestar
Los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos y las semillas son excelentes fuentes de estas vitaminas, esenciales para que nuestra máquina pensante y nuestro engranaje muscular funcionen a las mil maravillas. Aparte de mejorar el rendimiento físico y mental –¡irás a tope!–, aumentan la producción de las hormonas de la felicidad y del placer.
Alimentos que boicotean tu buena voluntad
1. Qué ricas esas patatas "chips" sabor a jamón, ¿verdad? Pues al igual que otros "snacks" salados, cubitos concentrados para el caldo, precocinados y salsas industriales llevan potenciadores del sabor, un aditivo que, en exceso, puede provocar fatiga o dolor de cabeza y disparar el apetito. ¡Te apoltronan en el sofá!
2. ¿Crees que el único problema de los refrescos es el azúcar? ¡Pues te equivocas! Las bebidas azucaradas, los quesitos en porciones, la comida rápida, los dulces procesados, los embutidos o las salchichas, por su riqueza en fosfatos añadidos (del E-338 al 452), nos quitan las ganas de hacer ejercicio. Es como si volvieran perezosos a nuestros músculos.
3. Abusas de raciones muy generosas. Las comidas copiosas, sobre todo las basadas en hidratos y grasas, como la pasta carbonara, la pizza, un fránkfurt con patatas fritas, etc. provocan somnolencia y te dejan con las baterías a cero. Para levantarte de la mesa con alegría y ganas de hacer cosas, modera las raciones y evita el alcohol y los postres azucarados.
Tus esenciales en la lista de la compra
HUEVOS. Si los comes en tortilla, revueltos, etc. serán tu pasaporte a la felicidad, dado que elevan el nivel de energía y de motivación. Y es que, además de reforzar la musculatura, aumentan la creatividad, la memoria de trabajo y la flexibilidad mental.
SARDINAS. El pescado azul (sardinas, caballa, salmón, etc.) y los moluscos (mejillones, almejas, etc.) son un yacimiento de Omega 3 y de vitaminas B y, por tanto, el mejor antídoto frente a la tristeza, la confusión mental y el agotamiento. ¡Recargan las baterías!
PLÁTANOS. Cuando tu cerebro o tus músculos te envíen señales de alarma –falta de ideas o de reflejos, fatiga, calambres, etc.– come un plátano. La también llamada fruta de la felicidad acelera la recuperación tras un sobreesfuerzo físico o intelectual.
ALMENDRAS. Es uno de los frutos secos más ricos en proteínas y magnesio, dos nutrientes que el cerebro y los músculos necesitan para rendir al máximo de sus posibilidades. Toma estas cápsulas de energía concentrada y te sentirás más feliz y revigorizada.
Ideas de menús que te aportarán mucha eneergía
Te damos ideas para que prepares menús ricos en nutrientes revitalizantes. En las comidas y en las cenas, puedes sumar a estas propuestas un entrante 100% vegetal y una fruta de postre.
También puedes usar este plato como referente. Así tu cerebro y tus músculos recibirán un flujo constante de energía de la buena.
¿Qué hacer si...?
Estás cansada o apática y sólo piensas en comer dulce. ¡No sucumbas! Tu cuerpo busca dopamina, la hormona del deseo que anticipa la inmediata sensación de placer. También puedes activarla tomando un té verde, escuchando música y bailando o saliendo a caminar a paso rápido.
Te falta tiempo para moverte. Practica ‘snacks de ejercicio’. Aprovecha cualquier momento para hacer sentadillas o levantamiento de talones. Sentada, contrae y relaja los glúteos o rota los tobillos y, tumbada, haz como si estuvieras pedaleando en el aire. También puedes caminar mientras hablas por el móvil.
Con la edad, aumenta el peso y el nivel de fatiga. Es un círculo vicioso. Salir de él implica seguir una dieta más sana y equilibrada (fuera refinados, azúcares, grasas "malas", alcohol y azúcar), hacer sólo tres comidas al día y ¡moverte más! Cuanto más músculo desarrolles, más energía tendrás y más fácil será adelgazar y mantener el resultado.