- Ingredientes
- • 1 pollo troceado
- • 3 patatas
- • 100 g de hojas de espinacas frescas
- • 1 vaso de vino blanco
- • 200 ml de nata líquida para cocinar
- • 1 limón
- • 4 cucharadas de queso grana padano rallado
- • 1 ramita de tomillo
- • 1 cucharadita de pimentón dulce
- • mantequilla
- • aceite de oliva, sal, pimienta
Tiempo Total1 hora 10 minutos
Preparación10 minutos
Cocción1 hora
Coste € € €
Dificultad
Pasos
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01.
Pela las patatas y córtalas en rodajas finas. Salpimienta los trozos de pollo. En una cazuela, pon una cucharada de mantequilla y una de aceite, calienta hasta que la mantequilla esté fundida, agrega los trozos de pollo y dóralos por todos los lados.
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02.
Espolvorea con el pimentón, remueve y retira el pollo de la cazuela. Añade un poco más de aceite y rehoga las rodajas de patata. Vierte el vino y cuece hasta que reduzca casi por completo.
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03.
Añade a la cazuela la nata líquida, el zumo del limón colado, el queso y el tomillo picado. Sala ligeramente y lleva a ebullición. Incorpora las espinacas cortadas en tiras y deja cocer unos minutos para que la salsa espese y reduzca.
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04.
Dispón los trozos de pollo en una fuente refractaria, vierte la salsa con las patatas por encima y cuece en el horno, precalentado a 200 °C, durante 30 minutos. Sirve caliente.
El truco de Pronto
Si tienes problemas articulares, estás siguiendo una dieta baja en calorías o te cuesta digerir las grasas, conviene que cocines el pollo sin la piel (es grasa en casi un 50% de su peso) y sin los restos visibles de grasa.