Stefan Brückling tiene muy claro cuál es su objetivo en la vida: «Salvar animales salvajes. Son seres vivos y poca gente se ocupa de ellos. Sé que nadie más defenderá la vida salvaje». Por este motivo, este alemán tomó una importante decisión: «Renuncié a mi estabilidad económica para ayudar a los animales. Tengo que luchar todos los meses sólo para mantenerme», pero, para él, merece la pena. «Creé una asociación sin ánimo de lucro y recibimos donaciones de personas que nos piden ayuda».
Indignado, Stefan explica que «trabajé para una gran organización de derechos de los animales durante 5 años y nuestro equipo reveló terribles escándalos de animales. No entiendo la brutalidad con la que los humanos pueden actuar hacia ellos».
Asimismo, lamenta que «una de las grandes desgracias de este mundo es que la raza humana se cree con el derecho a juzgar quién es digno y quién no. Y si los animales están necesitados, nadie les ayuda».