Esta es la historia de un caballo llamado Peyo. Desde hace muchos años se sabe que los caballos ayudan a curar por los beneficios que montar tiene tanto en niños como adultos a nivel neuromuscular, psicológico, cognitivo o social, pero lo que hace el «doctor» Peyo en sus visitas a hospitales de cinco ciudades de Francia no tiene nada que ver con la equinoterapia. Peyo es un hermoso ejemplar de doma clásica, de color canela, 14 años de edad y unos 500 kilos de peso, que posee la singular capacidad de transmitir a enfermos graves o terminales una energía que no les libra de su enfermedad, pero les alivia y les tranquiliza.
Peyo no siempre quiere entrar en el hospital y, una vez dentro, él elige los pacientes a los que se acerca. Su criterio de selección es un misterio...
No te pierdas esta semana, enâlas páginas de tu revista Pronto, nuestro reportaje sobre este extraordinario equino. ¡Te emocionará!