¡Benditas abuelas! Auténticos pilares familiares llenos de amor, comprensión y bondad. Nadie puede negar que las abuelas han resultado siempre de enorme ayuda. Es un hecho que está absolutamente fuera de toda duda. Sin embargo, los expertos han querido ir más allá y demostrarlo científicamente. Como no podía ser de otro modo, lo han logrado. Las cifras no mienten: tener la abuela cerca, aumenta la esperanza de vida de los nietos.
Un estudio de la Universidad de Bishop, en Canadá, ha analizado los datos demográficos de los asentamientos franceses en Quebec en los siglos XVII y XVIII y ha puesto de manifiesto que, en aquellos hogares donde las abuelas se mantenían cerca de sus nietos, los niños sobrevivían en mayor número que en las familias sin abuelas. Además, se dieron cuenta de que, a medida que aumentaba la distancia geográfica entre ellos, la tasa de supervivencia disminuía.
Pero eso no es todo. Investigadores de la universidad finlandesa de Turky han estudiado los datos de la población del país nórdico en los siglos XVII y XIX, llegando a la conclusión de que los niños de entre 2 y 5 años tenían un 30% más de posibilidades de sobrevivir si su abuela estaba viva.