El transatlántico más famoso del siglo XX, el Titanic, se está degradando de un modo extraordinario en el frío fondo marino del océano Atlántico. Lo acaba de demostrar un grupo de exploradores que, bajo el mando de Victor Vescobo, han utilizado un sumergible para tomar imágenes en resolución 4K. De la porcelana del camarote del capitán y de la bañera ya no queda ni rastro. Los culpables de su desaparición son varios: la sal, las corrientes marinas y unas bacterias que comen hierro y azufre. Vista la situación, los exploradores advierten de que el barco está condenado a desaparecer.