Los datos de Greenpeace son escalofriantes; para dejarnos no helados, sino plastificados. Y no es broma, porque dicen los expertos que la producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años y que sólo en los últimos diez, hemos producido más que en toda la historia de la humanidad. La cosa no se queda aquí: en el 2016 se produjeron 335 millones de toneladas y a esta cantidad hay que sumarle 61 millones más provenientes de las fibras sintéticas que se usan en la ropa y otros productos.
El plaÌstico estaÌ en todas partes y lo usamos constante- mente, como han demostra- do las 20 toneladas de residuos que dejaron miles de personas que acudieron a las playas de Barcelona para disfrutar de la pasada verbena de Sant Joan. De hecho, los científicos aseguran que en el 2030 habrá más plásticos que peces en el mar.
Así que más vale que nos arremanguemos y sigamos el ejemplo de una pareja que lleva años demostrando que sí se puede vivir sin plástico: Patricia Reina Toresano y Fernando Gómez Soria, que llevan cuatro años al frente del blog «Vivir sin plaÌstico», proponen unos sencillos consejos para disminuir su uso en nuestros hogares.
Si quieres saber cuáles son sus buenas prácticas para reducir la presencia de este material en nuestra vida cotidiana, ya puedes leerlo en Pronto, tu revista preferida.