Anna Ferrer confiesa a Paz Padilla que, de pequeña, sentía vergüenza de ella
La humorista y su hija han hecho un increíble viaje a Ghana en el primer episodio de 'Te falta un viaje'
Paz Padilla y Anna Ferrer han vuelto a demostrar lo unidas que están.
Paz Padilla y Anna Ferrer estrenaron anoche su nuevo programa, 'Te falta un viaje', y la joven influencer le hizo una inesperada confesión a su madre: Anna le dijo que, de pequeña, sentía vergüenza ajena de ella. ¿Quieres saber cómo se lo tomó la humorista?
Paz y Anna viajaron a Ghana para este primer episodio y, en un restaurante de allí, mientras esperaban la cena, recordaron cómo era la influencer de niña, volviendo a demostrar la relación tan especial que tienen.
Anna Ferrer, a su madre: "Soy una persona súper tímida y es por tu culpa"
Con su ya conocido sentido del humor, Paz le hizo una pregunta a su hija: "¿Tú te acuerdas cuando de pequeña venías a casa con tus amigos y yo te decía '4 más 4 son 8, pues te están saliendo los pelos del chocho'", dijo, sin poder evitar que se le escapase la sonrisa.
"La clase de matemáticas... ¿Por qué no has sido profesora?", le contestó su hija intentando cambiar de tema, pero Paz insistió: "Y tú me decías: 'mamá, vete, por favor, ¡vete!'".
Entonces, Anna hizo esta inesperada confesión a su madre: "Yo de pequeña tenía muchísima vergüenza ajena de ti. Suena fatal...". "¿Y eso?", quiso saber la humorista, aunque no parecía sorprendida ante las palabras de su hija. ¿Ya habrían hablado de esto alguna vez?
Ferrer confesaba entonces que "ya sé que suena fatal, pero yo soy una persona súper tímida y es por tu culpa también, creo", unas palabras que sí que hicieron que su madre reaccionara, pero la joven continuó explicando: "Tú eres todo lo contrario y yo soy más reservada, calladita... Es verdad. Entonces yo era tan tímida y tú tan llamativa...".
La camarera les interrumpió trayendo la comida y, cuando se dispusieron a comer con las manos los exóticos manjares que habían pedido, Paz comenzó a molestar a su hija intentando meterle comida en la boca, entre risas. Anna como si volviera a ser esa niña pequeña avergonzada, le pidió que parara en varias ocasiones. "¡Qué fatiga de persona!", concluyó Anna, sin poder evitar sonreír porque, a pesar de todo, la quiere muchísimo.