Robbie Williams hace su confesión más dura en 'El Hormiguero': "Era alcohólico, drogadicto y debía 300.000 libras"
El cantante ha hecho una de sus confesiones más duras a Pablo Motos sobre la peor etapa de su vida
Robbie Williams se sincera sobre sus adicciones en 'El Hormiguero'.
Robbie Williams ha sido el invitado de la semana en 'El Hormiguero', que esta semana apuesta por una semana de lo más internacional. El cantante se ha abierto en canal y ha hecho una de sus confesiones más impactantes en el programa de Antena 3.
Algunos famosos que empiezan una carrera de éxito siendo muy jóvenes acaban teniendo problemas de adicciones. Este fue el caso del artista británico Robbie Williams, que el 1 de enero estrenará la película sobre su vida 'Better man'.
Robbie Williams habla sobre sus adicciones y sus deudas cuando tenía 20 años
El artista ha desvelado que durante su infancia su padre se fue de casa y fue su madre quien sacó adelante a la familia. Pese a la ausencia de su padre, él fue una figura clave para que Robbie Williams acabara haciendo música.
"Mi padre era cómico y cantante, además de showman. Era una persona carismática que atraía mucho a la gente y conectaba. Todo el mundo se enamoraba de él. Yo quería imitar eso, su actitud, su presencia".
Robbie Williams ha confesado que cuando llegó a la veintena empezó a tener problemas de adicciones. Incluso la noche antes de los ensayos se bebía media botella de vodka.
"Caí en un alcoholismo desatado. Pero cuando tienes 20 años, y en los 90's, no se hablaba de adicciones, de depresión, de ansiedad... Y ahí estabas. Yo tenía 19 años cuando pensé por primera vez que tenía un problema", ha contado a Pablo Motos.
"Acabé con unas deudas de 400.000 libras. Cuando me fui de 'Take that' tenía 1,2 millones. Después llevé a juicio a mi compañía de discos y tuve que pagar 1,5 millones, así que -300.000. Y cuando tenía 20 años era alcohólico, drogadicto y debía 300.000 libras", ha dicho, agitando los brazos con humor.
Eso sí, su adicción a la cocaína le dio una falsa sensación de que todo iba bien. "La cocaína te destruye pero te da un sentimiento de seguridad falso. Yo aproveché esa sensación de confianza, porque yo tenía visión de túnel. Sólo miraba hacia delante y sólo veía el éxito, aunque en realidad mi vida era un desastre".