El gran cambio físico de los finalistas de Supervivientes
Tom, Melyssa, Lola, Olga y Gianmarco han cambiado radicalmente. ¡Mira sus impactantes fotos de antes y ahora!
Si todos los concursantes de Supervivientes, por poco tiempo que hayan aguantado en la isla, han perdido varios quilos… ¡imagínate los finalistas! Y es que Tom, Melyssa, Lola, Olga y Gianmarco han pasado más de 100 días en el concurso más radical y extremo de Telecinco.
Y, aunque el récord de adelgazamiento lo tiene José Antonio Avilés con los 23 kilos que se dejó en las playas hondureñas, los cinco finalistas de la edición de este año han visto cómo a lo largo las semanas han perdido sus reservas caloríficas y todos ellos se han quedado prácticamente en los huesos.
Un cambio de look radical en los chicos y las chicas, delgadísimas
Después de casi cuatro meses pasando muchísima hambre y teniendo que buscarse la vida en condiciones extremas, Tom y Gianmarco han rebajado entre 12 y 14 kilos. Además de estar muy delgados, los chicos han vuelto a España con las barbas crecidas y alborotadas, la imagen perfecta de Robinson Crusoe.
En cuanto a las chicas, las tres finalistas ya entraron con pocos kilos en la isla, por lo que Olga, Lola y Melyssa han terminado extremadamente delgadas, con apenas diámetro en los brazos y las piernas.
Lola, la gran pescadora de la edición
Sí que es verdad que, de las mujeres, la que menos ha adelgazado ha sido Lola Mencía. La razón es que la leonesa, que ha pasado casi todo el concurso en Playa Destierro, se convirtió en una experimentada pescadora, por lo que ha comido algo más que sus compañeros, además de que comió alguna que otra galleta sustraída "ilegalmente" del equipo del programa.
Con todo, a Lola se le ha quedado un tipín genial, del que seguramente presumirá una vez acabado este reto con el que, según ella misma explicó, soñaba desde que era pequeña, cuando empezó a ver el programa.
Melenas versus recompensas
Otro de los cambios de las Supervivientes tiene que ver con el pelo. Tanto Olga como Melyssa aceptaron cortarse sus larguísimas melenas, de las que ambas estaban muy orgullosas, a cambio de comida (la primera) y de una llamada telefónica a su hermana (la segunda). El hambre y el sentimiento de añoranza hacen cambiar muchísimo.
Cuando se pudo mirar al espejo, la mujer de Antonio David aseguró que le encantó el look que ahora lucía con el pelo más corto, y también parece haberlo superado la catalana de origen portugués, que siempre tendrá la opción de volver a dejárselo crecer. El que se resistió como un león a perder la pelambrera fue Gianmarco, que cambió el peinado por una coleta que ha llevado durante las últimas semanas del concurso.
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