"La casa de papel": así son sus protagonistas en la vida real

Tras el final de su cuarta temporada, que nos dejó al borde del ataque a todos, el 3 de septiembre se estrena en Netflix la primera parte de la quinta temporada de una de las series españolas más famosas y premiadas de todos los tiempos: La Casa de Papel. Las aventuras del Profesor y su banda han atrapado a millones de personas en todo el mundo, y nosotros te vamos a desvelar cómo son sus principales protagonistas en su día a día.

ÚRSULA CORBERÓ (Tokio): Adora a los animales, cocinar y la moda

Pizpireta, alocada y sensual, la catalana Úrsula Corberó, Tokio en la serie, es una actriz más que reconocida en nuestro país a pesar de su juventud, 31 años. Desde niña luchó por tener un hueco en este mundo y eso que en su familia no lo tuvieron nada fácil.

Tal y como explicó en las redes sociales, su madre dio a luz a su hermana con sólo 17 años e hizo grandes esfuerzos para salir adelante. Su progenitora siempre la apoyó y, cuando Úrsula tenía 6 años, ambas hacían autostop y cogían autobuses hasta llegar a los "castings" de publicidad que se hacían en Madrid y en los que la pequeña ya mostraba su talento para triunfar, pues siempre ha reconocido tener poca vergüenza. A los 11 años debutó en la pequeña pantalla con un pequeño papel.

Estudió interpretación hasta que, tras una prueba, la cogieron para "Física o Química", serie con la que saltó a la fama. Después llegaron numerosos trabajos televisivos y cinematográficos. En lo personal, es una chica a la que, según afirma, le gusta "reírme de la vida en general y sobre todo de mí misma".

Enamorada de Chino Dari?n

El deporte es una de sus pasiones, aunque también le encanta cocinar, la moda y los animales y ha tenido todo tipo de mascotas, desde gatos hasta camaleones y erizos.

La relación sentimental más sonada de la actriz fue la que mantuvo con Andrés Velencoso durante dos años. Ahora está muy enamorada de Chino Darín, con quien coincidió en "La Embajada".

ÁLVARO MORTE (el Profesor): Superó un tumor, es papá de mellizos y le encanta cocinar

Es un acérrimo admirador y experto en Shakespeare y el teatro isabelino y, aunque no sabemos si ése fue el origen o la consecuencia, el gaditano Álvaro Morte decidió, a los 20 años, que su destino no iba a pasar por ejercer de ingeniero, así que dejó la carrera de Telecomunicaciones que estaba estudiando y se matriculó en Arte Dramático –a pesar de que eso provocó que su padre se echara las manos a la cabeza– para acabar dando rienda suelta a una pasión que lo ha llevado por muchos y diferentes caminos.

Versátil e inquieto, su carrera empezó en series como "Hospital Central", "Cuéntame" y "Las chicas de oro", aunque su rostro lleva años siendo habitual en Antena 3 en ficciones como "Bandolera" y "El secreto de Puente Viejo", donde daba vida al médico Lucas Moliner antes de cambiar por completo de registro y convertirse en el Profesor.

Tiene su propia compan?i?a de teatro

Curiosamente, Álvaro fue profesor hace años en Finlandia, no para dirigir un magistral robo como el de "La casa de papel", sino para enseñar interpretación, una pasión que también ejerce con su compañía de teatro, 300 pistolas, con la que ha recorrido numerosísimos escenarios.

Este gaditano, que se define como un tipo sensato, sin prejuicios y con buen humor, sufrió hace cerca de nueve años un tumor cancerígeno en una pierna que le hizo temer por su vida y que, según ha confesado, le hizo replantearse los valores, ayudándole a disfrutar más del momento y consiguiendo que pocas cosas le quiten su buen humor.

Pero con quienes sin duda sonríe más es con sus dos amores, sus mellizos de 6 años, León y Julieta, nacidos de su matrimonio con la estilista Blanca Clemente. Ellos son su pasión además del deporte, que le gusta practicar siempre al aire libre, o de la cocina, que, según reconoce sin pudor, no se le da nada mal.

MIGUEL HERRÁN (Río): Su sueño es montar un taller de bicicletas

En su Twitter se define como "un humano corriente", aunque su historia no es para nada la de un chico de 25 años. Antes de que Daniel Guzmán se topara con él, litrona en mano, un martes de madrugada tras salir del teatro y decidiera que sería el protagonista de su película "A cambio de nada" (2015), Miguel era un adolescente asocial, marginal y casi sin amigos que andaba por la vida sin rumbo, acuciado además por brotes depresivos. Hace unos meses sorprendió a todos sus seguidores con una sexy foto que subió a su Instagram.

Su madre se había trasladado a vivir a Madrid desde Málaga para montar una tienda de animales y, aunque las cosas no les iban mal, él no era buen estudiante, había abandonado los estudios al acabar la secundaria y no veía que su vida tomaba buen rumbo.

"Yo iba ba?sicamente para vivir en la calle"

"No me sentía cómodo conmigo mismo, ni con ninguna persona que me rodeaba. Me sentía un mierda, una persona horrible", reconoció en una entrevista, y confesó también: "Yo pensaba que estaba destinado a morirme antes de los 30 años. En el mejor de mis sueños yo me veía en un taller de mecánico. Te estoy hablando en el mejor de los casos, que es si yo me hubiera puesto a estudiar... Pero, vamos, yo iba básicamente para vivir en la calle". Así se expresaba el joven malagueño, que no sólo encauzó su vida gracias a la película de Guzmán, sino que, además, ganó con ella un Goya al mejor actor revelación. "Daniel, me has dado una vida" , fue la frase que emocionó a todos cuando recogió el premio. ¡No te pierdas ese momento tan bonito!

Después de aquello, Miguel encontró su vocación y estudió interpretación en diferentes centros. Tras participar en dos películas, "El guardián invisible" y "1989: los últimos de Filipinas", está encantado con esa vida de ladrón que le ha dado la serie "La casa de papel". De cara al futuro, según reconoce este apasionado del deporte, las motos y las bicis, le gustaría seguir trabajando como actor y ganar suficiente dinero para montar su propio taller de bicicletas y, si es posible, hacer un largometraje sobre la vida de su madre. "Será una película en homenaje a mi madre y a Daniel Guzmán, a quienes se lo debo todo", ha dicho.

JAIME LORENTE (Denver): Un joven familiar que disfruta practicando montañismo

Nacido hace 29 años en Murcia, Jaime pisó las tablas por primera vez siendo muy pequeño, haciendo de niño Jesús en una función de Navidad en el colegio, pero no fue hasta que hizo el bachiller de Artes Escénicas cuando supo que no deseaba hacer otra cosa que no fuese interpretar. "Fue un veneno maravilloso que se quedó a vivir y el cual me ha regalado experiencias mágicas", nos cuenta. Graduado en la ESAD de Murcia, sus primeros pinitos fueron con una compañía de teatro clásico llamada Cambalache, con la que llegó a hacer hasta una gira por Estados Unidos. Allí creó una compañía con su mejor amigo. De vuelta a Madrid siguió haciendo teatro hasta que entró en el reparto de "El secreto de Puente Viejo", su primera incursión televisiva hasta que llegó "La casa de papel".

En lo personal, Jaime se define como "una persona muy familiar en todos los sentidos. Disfruto cuando el vínculo que se crea entre la gente que me rodea es de confianza y respeto. Me encanta que detrás de las cámaras haya buen ambiente para que eso se vea reflejado en el trabajo. Me gusta hablar con la gente del equipo, compartir con mis compañeros opiniones y distintos puntos de vista".

Se ha propuesto aprender ingle?s ¡y triunfa como cantante!

En sus ratos libres, al joven le encanta "bailar y tocar la guitarra. Disfruto del rato de estar con mis amigos comiendo, tomando un café o simplemente charlando. Salir a correr me despeja de los días raros y lo agradezco mucho. No hay semana en la que no pise un teatro o una sala de cine, aprendo y disfruto mucho como espectador. Y una buena ruta por la montaña es de mis cosas preferidas". También dedica tiempo a "sacarse" las asignaturas pendientes en su vida, que son las clases de canto o el inglés.

Pero es que este actor no deja de sorprendernos. Hace unos meses, se atrevió a probar suerte en el mundo de la música ¡y no lo hace nada pero que nada mal! Aquí te dejamos su último videoclip…

ITZIAR ITUÑO (Raquel) Es socióloga y le apasiona la danza

Bilbaína de nacimiento, Itziar Ituño soñaba de niña con ser actriz, y no tuvo que esperar mucho a que se hiciera realidad, pues a los 14 años ya estaba formándose en la Escuela de Teatro de Basauri. A pesar de que es licenciada en Sociología, Itziar, de 47 años, reconoce que jamás ejerció la profesión, pues su vocación pudo más. Debutó en una "tv movie" para la televisión autonómica vasca. En teatro, algunos de sus trabajos más destacados son "Seda" y "El método Grönholm", mientras que, en cine, ha intervenido en "Loreak", "Lasa y Zabala", "El cazador de dragones" y "Estrellas que alcanzar". Por lo que respecta a televisión, participó en "Cuéntame...", dando vida a una exterrorista vasca.

Una cantante de rock con muchas tablas

En lo personal, se define como "una persona bastante alegre y un poco tímida". Su defecto, dice, es que es "un poco cabezota, indecisa y despistada", pero lo contrarresta con sus virtudes: "Creo que sé escuchar y empatizo mucho con las alegrías o penurias ajenas". De sus "hobbies", nos reconoce: "Bailar es mi pasión. Solía hacer mucha danza de todo tipo cuando tenía tiempo. Y también canto".

Lo de cantar no es sólo un hobby, sino que Itziar tiene un grupo de rock llamado Ingot con el que ha hecho varias actuaciones… Tan bien lo hace sobre el escenario que el año pasado fue una máscara en el programa "Mask Singer" de Francia interpretando a Lady Gaga… ¡No te pierdas su increíble actuación!

DARKO PERIC (Helsinky): Un amante de las artes marciales que llegó a la interpretación casi por azar

Nacido el 25 de marzo de 1977 en Kladovo, una ciudad a orillas del Danubio situada en la antigua Yugoslavia, Darko nos cuenta que desde pequeño quería ser actor y de adolescente le gustaba mucho el cine español, aunque jamás imaginó que acabaría formando parte de él. Todo fue una casualidad, pues su representante lo descubrió en la calle. Aunque ya tenía experiencia en teatro, performances y películas "underground", su primer trabajo en España fue en "Crematorio", con Pepe Sancho, "una leyenda del cine español que ni sabía quién era", nos reconocía, divertido.

En lo personal se define como "una persona sencilla y trabajadora. Para mí, no existe la palabra imposible; si me propongo algo, estoy trabajando día y noche para conseguirlo. Mi lema es “per aspera ad astra”, que viene a significar que en la vida nada que es fácil vale la pena".

Perfeccionista, Darko, que habla seis idiomas, nos cuenta que su mayor pasatiempo es su familia –está felizmente casado y tiene un hijo–, las artes marciales que cambiaron su vida y la bici. Entre aquellos propósitos que todavía no ha cumplido se encuentran sacarse el permiso de conducir moto grande y saltar con paracaídas.