- Ingredientes
- 4 trozos de hígado de ternera de 150 g cada uno
- 2 cebollas
- 12 zanahorias pequeñas
- 1 limón
- 3 cucharadas de salsa de soja
- 50 ml de caldo de pollo
- 1 cucharada de hierbas aromáticas picadas (romero, albahaca, orégano)
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
Tiempo Total50 minutos
Preparación10 minutos
Cocción40 minutos
Coste € € €
Dificultad
Segundo plato Tipo de plato
No apta para veganos Intolerancia
4 Porciones
Pasos
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01.
Pela las zanahorias y hiérvelas enteras durante 5 minutos. Escúrrelas y disponlas en una fuente de horno, una al lado de la otra. Salpimiéntalas, rocíalas con aceite y espolvorea por encima las hierbas aromáticas. Asa durante 15 minutos a 180 °C. Espolvoréalas con la piel del limón rallada y continúa la cocción 5 minutos más o hasta que estén blanditas y doradas.
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02.
Mientras, pela las cebollas, córtalas en tiras finas y sofríelas en una sartén con aceite de oliva hasta que estén muy tiernas. Añade entonces la salsa de soja y el caldo, deja hervir 2-3 minutos y aparta del fuego.
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03.
Salpimienta los filetes de hígado y ásalos en una plancha bien caliente untada con aceite, unos 3 minutos por cada lado. Sírvelos enseguida, acompañados con la salsa de cebolla y las zanahorias.
El truco de Pronto
Este alimento es una caja de sorpresas. No sólo es la mejor fuente de vitamina B12 y de vitamina A, sino que también aporta ingentes dosis de hierro, zinc, ácido fólico, vitamina B2 y selenio. Supera las reticencias y anótalo en tu lista de la compra porque comer este producto de casquería de forma ocasional llena hasta arriba los depósitos de todos esos nutrientes. Disponer de buenos niveles de selenio, por ejemplo, reduce el riesgo de cáncer, aparte de potenciar la fertilidad masculina. Si ya has llegado a la tercera edad, búscale un hueco en tus menús con razón de más. Una sola ración de hígado dispara las reservas de vitamina B12 –un filete de 125 g multiplica por 30 la dosis que se requiere al día–, lo que te ayudará a disponer de más fuerza y de más memoria.