Sorbete de mandarina al vodka

Name: Sorbete de mandarina al vodka
Yield: 4
Ingredients: 5 mandarinas; 100 ml de vodka; 150 g de azúcar; 1 clara de huevo; 1/2 limón; flores comestibles

Ingredientes: • 5 mandarinas; • 100 ml de vodka; • 150 g de azúcar; • 1 clara de huevo; • 1/2 limón; • flores comestibles

Tiempo Total25 minutos

Preparación20 minutos

Cocción5 minutos

Coste € € €

Dificultad

Postre Tipo de plato

Vegetariana Tipo de dieta

Invierno Temporada

4 Porciones

Pasos

01.
Dispón el azúcar en una cacerolita, añade 150 ml de agua y lleva a ebullición, removiendo al principio.
02.
Cuece a fuego medio durante 4-5 minutos, o hasta que se forme un almíbar clarito. Deja enfriar.
03.
Corta 5 mandarinas por la mitad, exprímelas para extraer el zumo y cuélalo.
04.
Mezcla el zumo de mandarina con el vodka y 3 cucharadas de zumo de limón.
05.
Añade poco a poco el almíbar frío, removiendo con unas varillas para que quede bien integrado.
06.
Bate la clara de huevo con las varillas eléctricas hasta montarla a punto de nieve un poco firme.
07.
Incorpora la clara a la mezcla anterior, añadiéndola poco a poco y removiendo con movimientos envolventes.
08.
Congela durante 3-4 horas y remueve la preparación cada 30 minutos para romper los cristales de hielo.
09.
Sirve el sorbete decorado con gajos de mandarina (bien limpios de pielecillas blancas) y una flor comestible.

El truco de Pronto

Decora y cocina con flores
No todas, pero las flores de algunas plantas son comestibles y puedes utilizarlas para completar y decorar tus recetas, tal y como hacen los chefs más atrevidos. Rosas, violetas, capuchinas, petunias, gardenias, pensamientos, caléndulas, flor de saúco..., cada una posee un sabor particular que debes conocer, para saber si combinan, antes de utilizarla en los platos. La capuchina, por ejemplo, tiene un ligero sabor a pimienta, por lo que es adecuada para preparar en ensalada pero no para un postre. La gran mayoría florece en primavera y hasta otoño, salvo los pensamientos, que son flores invernales, poco amigas de los meses más calurosos. Asegúrate de que no hayan sido tratadas con pesticidas tóxicos y si están sucias, lávalas con delicadeza antes de usarlas para eliminar posibles restos de tierra o insectos.