Estrés postraumático: qué es, cómo detectarlo y tratarlo eficazmente

El estrés postraumático es un trastorno de ansiedad que engloba una serie de reacciones tras vivir un trauma, es decir, después de que una persona ha presenciado o ha vivido un evento que le ha sobrepasado. Suelen ser situaciones angustiosas o amenazantes en la que su vida o la de las personas de su alrededor han corrido peligro como puede ser el caso de un conflicto armado, un accidente de tráfico, un asalto, un atentado, un desastre natural o un maltrato o abuso. También puede surgir después de recibir un diagnóstico de una enfermedad grave. 

Signos de alarma. Los síntomas de estrés postraumático pueden empezar después de unas semanas o transcurridos de tres a seis meses de estas vivencias traumáticas, y se diagnostica como tal cuando éstos perduran más de un mes. El trastorno por estrés postraumático (TEPT) puede desencadenar distintas reacciones emocionales como pesadillas y "flashbacks" en las que la persona siente que revive lo sucedido una y otra vez. Estos recuerdos que pueden ser muy vivos pueden acompañarse de imágenes mentales, sensaciones físicas y fuertes emociones. Por esta causa, el afectado puede desarrollar conductas de evitación como dejar de relacionarse con ciertas personas, no frecuentar lugares que le recuerdan el acontecimiento traumático, o bien negarse o tener mucha dificultad para hablar de lo sucedido. Se pueden también llevar a cabo actividades para intentar adormecer las emociones. Otra forma de reaccionar es mantener un estado de alerta permanente. 

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Las consecuencias físicas de un trauma 

Cuando los efectos de estos eventos traumáticos no son tratados se producen cambios en la fisiología corporal que pueden acabar originando distintos problemas de salud. Uno de los cambios más notables son unos elevados niveles de adrenalina que perduran después del suceso. El hipocampo, el área cerebral de la memoria, también se ve afectado si el trastorno no se aborda.  

• Esta mayor secreción de hormonas del estrés puede incrementar los trastornos digestivos y problemas de insomnio. 

• También se relaciona con un debilitamiento del sistema inmunitario que, a la larga, puede favorecer enfermedades infecciosas o autoinmunes.    

• La tensión e hipervigilancia que se generan hacen a la persona más vulnerable frente a las enfermedades cardiovasculares. 

• Distintos estudios relacionan una mayor incidencia de dolor crónico en aquellos pacientes diagnosticados con estrés postraumático.  

• Otros estudios han visto que era frecuente en los soldados del Vietnam afectados por un TEPT que hubiera una alteración de la actividad tiroidea.  

• Asimismo, este trastorno se relaciona con conductas de riesgo, alcoholismo, tabaquismo, consumo de drogas o de medicamentos analgésicos.  

• Los niños también pueden sufrir TEPT, que puede manifestarse con insomnio y dolores de estómago y de cabeza.  

Conoce los tratamientos más eficaces  

El 20% de las personas afectadas de estrés postraumático sufren sus consecuencias hasta nueve años más tarde haber ocurrido el suceso si no buscan atención psicológica. Una de las principales dificultades para pedir ayuda es vencer el miedo a hablar de lo vivido y afrontar los sentimientos que aparecen. Por otra parte, a veces, no se relacionan los síntomas con un TEPT. Existen distintas formas de abordar este trastorno de forma que el cerebro pueda procesar la vivencia traumática. 

EMDR. En esta terapia psicológica, mientras la persona habla de lo sucedido, realiza movimientos oculares o recibe estímulos auditivos. Así se aumenta la comunicación entre ambos hemisferios cerebrales y se ayuda a "digerir" el trauma y a reducir los síntomas emocionales. 

Psicoterapia. Un psicólogo especializado en TEPT ayuda a la persona a pensar en lo vivido de una manera que la experiencia pueda ser más llevadera y se pueda hablar y recordar el suceso sin sentirse colapsado por las emociones. 

Terapia de grupo. Distintas personas que han pasado por lo mismo o que han vivido un trauma parecido expresan los sentimientos que tuvieron ante el acontecimiento traumático, y esto tiene un efecto sanador. 

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Lo que ayuda a una persona con un trauma 

Para superar un TEPT se necesita un acompañamiento que, además de ser realizado por parte de un profesional, debe sumar el apoyo de las personas próximas, lo que evitará que el afectado se aisle. Éstos son algunos consejos a tener en cuenta. 

1. Expresar sentimientos. Hablar con alguien de confianza, un médico o un psicólogo o escribir sobre lo ocurrido puede facilitar a la persona procesar la vivencia traumática. Pero si se está solo cabe tener en cuenta que, en algunos casos, esto puede desencadenar sentimientos difíciles de gestionar. El amigo que escucha conviene que no interrumpa el relato. Tampoco ha de restar importancia a lo ocurrido ni asegurar a la persona que puede recuperarse con el tiempo sin recibir ayuda. 

2. Conservar rutinas. Llevar una vida con unos horarios puede devolver la sensación de seguridad y ayudar en la recuperación. 

3. No autoexigirse. Las personas con TEPT pueden desarrollar un sentimiento de culpa que las lleva a agotarse o a castigarse al percibir lo que les pasa como un signo de debilidad. Por otra parte, quien acompaña debe ser paciente, ya que la persona puede tardar mucho en recuperarse y en poder hablar de lo ocurrido sin emocionarse. 

4. Ejercicios de relajación. Tanto la actividad física como disciplinas como el yoga o técnicas de respiración o de visualización sirven para relajar el cuerpo y evitar los pensamientos intrusivos. Asimismo, pueden ayudar a disminuir los síntomas y las emociones que acompañan el TEPT. 

5. Tener una mascota. Se ha comprobado que la compañía de un perro puede aliviar los síntomas del TEPT en los veteranos de guerra y se recomienda como apoyo.     

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Test: ¿Sufres este trastorno? 

Uno de los efectos de la pandemia es el estrés postraumático entre el personal sanitario, personas que han perdido a seres queridos sin despedirse o que han estado a punto de morir. Éstos son algunos signos.  

¿Tienes recuerdos que generan ansiedad? 

A. Sí  
B. No 

¿Estás apático o necesitas estar siempre ocupado? 

A. Sí  
B. No 

¿Te cuesta conciliar el sueño? 

A. Sí  
B. No 

¿Estás irritable sin razón o fuera de control?

A. Sí  
B. No 

¿Comes, fumas o bebes en exceso? 

A. Sí  
B. No 

¿Tienes dificultades para relacionarte bien? 

A. Sí  
B. No 

Mayoría de respuestas A. La herida de lo vivido puede haber superado tu tolerancia psicológica. Visita a un especialista para hablar de estos síntomas y prevenir las enfermedades. 

Mayoría de respuestas B. Si ya no piensas en ello constantemente y lo haces sin angustiarte ni sentirte en peligro es señal de que has superado la experiencia.