Exceso de gases: qué puede provocarlos y cómo acabar con ellos
Aunque se trata de un proceso habitual que se produce durante la digestión, en algunas personas los gases se acumulan y suelen llegar a ser muy molestos. Descubre cuál puede ser la causa de este exceso
La mayoría de personas suelen expulsar los gases unas 20 veces al día, ya que solemos producir unos 2 litros diarios. Es algo totalmente normal y, en algunas culturas, incluso eructar después de las comidas es sinónimo de gratitud y buenos modales. Sin embargo, cuando la presencia de flatulencias en el sistema digestivo es excesiva, se puede dar un aumento en la expulsión de gases, así como hinchazón, dolor o distensión abdominal. Conocer qué está provocando este trastorno te dará la pauta para ponerle remedio cuanto antes.
¿Por qué se acumulan los gases?
Es importante conocer de dónde provienen los gases y, en este sentido, la Fundación Española del Aparato Digestivo apunta a un origen cuádruple:
• Debido a la ingesta de alimentos, ya que, al comer, también tragamos aire.
• Durante la digestión se produce una reacción química –que provoca una liberación de gases – al fermentar algunas sustancias, especialmente los azúcares.
• A causa de la alteración de la flora intestinal.
• Desde la sangre pueden pasar al intestino determinados gases.
SÍNTOMAS MÁS COMUNES. La aerofagia y el meteorismo (la expulsión de flatulencias a través de eructos o ventosidades) pueden convertirse en un molesto trastorno, cuyos signos más frecuentes son hinchazón y distensión del abdomen, dolor y calambres en el estómago, sensación de saciedad constante y, sobre todo, excesivos eructos y ventosidades, a veces incontrolables.
Mala digestión: cómo acabar con ella y darle un respiro a tu estómago
CUÁNDO IR AL MÉDICO. Aunque no revisten mayor gravedad y suelen desaparecer en poco tiempo si se cambian una serie de hábitos, se debe acudir a urgencias en el caso de que las molestias no desaparezcan, haya sangre en las heces o aumente la frecuencia de las deposiciones, si se produce pérdida de peso, estreñimiento o diarrea, náuseas o vómitos persistentes, dolor abdominal intenso y prolongado, malestar en el pecho o si se presenta un bulto en el abdomen.
Las causas más frecuentes
Tragar aire. La cantidad aumenta si comemos demasiado rápido, cuando bebemos líquidos con cañita o directamente de una botella, al masticar chicle y al fumar.
¿Sabías que beber con pajita puede aumentar la cantidad de gases?
Los alimentos. Algunos de ellos pueden provocar flatulencias, como aquellos que tienen un alto contenido en fibra o en azúcares y los que son ricos en hidratos de carbono no absorbibles.Más abajo encontrarás los que provocan más gases, para que intentes limitar su consumo.
Cambios en la dieta. Si la modificas demasiado rápido es posible que generes más gases e hinchazón, así que es mejor introducir los cambios paulatinamente.
Medicamentos. Los fármacos que alteran la flora intestinal, como los antibióticos, pueden aumentar la producción de gases.
Estreñimiento. Es probable que dificulte la liberación de flatulencias.
Estrés o ansiedad. Estas dos patologías provocan alteraciones gastrointestinales, entre ellas, un aumento de la aerofagia.
Trastornos médicos provocados por un exceso de gases
En ocasiones, el exceso de gases puede esconder una patología que debe ser tratada por un especialista. Éstas son las más frecuentes:
Enfermedad intestinal crónica. En esta categoría encontramos el síndrome de colon irritable, la diverticulitis, la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Colon irritable: las pautas para mantenerlo controlarlo
Aumento de bacterias en el intestino delgado. Esta proliferación puede venir provocada por enfermedades que conducen a problemas de movimiento en el intestino delgado, como la diabetes y la esclerodermia.
Intolerancias alimentarias. Si tu sistema digestivo no puede ingerir o absorber algunos alimentos, tu cuerpo te avisará en forma de gases, distensión abdominal o diarreas. Las más comunes son la intolerancia a la lactosa, a la fructosa o la celiaquía.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Se produce cuando el contenido del estómago fluye hacia el esófago, lo que suele provocar numerosos eructos.
Otras causas. Entre las menos comunes, encontramos el cáncer de colon o el de ovarios, por lo que, ante cualquier duda, se debe acudir al médico.
Verdadero o Falso
Al no tener una causa muy concreta y ser un trastorno que afecta a prácticamente todo el mundo en algún momento de su vida, en torno a los gases existen muchas creencias erróneas. Te ayudamos a descubrir qué hay de cierto y qué no sobre este tema.
El ejercicio físico aumenta la expulsión
Verdadero. Numerosos estudios han demostrado el enorme beneficio que tiene el deporte a la hora de mejorar la motilidad intestinal y aliviar, de esta manera, el exceso de gases y las molestias gástricas que conlleva. Los ejercicios que mejor van son la bicicleta, caminar y subir y bajar escaleras.
¿Todavía no te has decidido a hacer deporte? Este es otro de sus grandes beneficios.
Los gases acostumbran a ser más frecuentes durante el día
Falso. Las molestias suelen ir aumentando conforme se acerca la noche, ya que la acumulación de gases, si no se hace nada al respecto, es mayor. Además, tras la cena se reduce la actividad física y esto repercute en la movilidad de los intestinos, que se ve disminuida.
Masticar lentamente evita que aparezcan
Verdadero. Comer con tranquilidad y de manera pausada no sólo ayuda a que entre menos aire por la boca, sino que mejora todo el proceso digestivo, ya que el estómago debe realizar menos esfuerzo y absorbe mucho mejor los nutrientes, evitando la rápida fermentación que provoca los gases. Para hacerlo bien, hay que masticar un mínimo de 20 veces cada bocado.
Las flatulencias están formadas por aire
Falso. Son gases y están compuestos por un 59% de nitrógeno, un 21% de hidrógeno, un 9% de dióxido de carbono, un 7% de metano y un 3% de oxígeno. El 1% restante tiene ciertas cantidades de azufre, y es precisamente esto lo que les da su característico mal olor.
10 alimentos que provocan flatulencias
1. Legumbres. Alubias, habas, judías, garbanzos y otras leguminosas contienen en abundancia un tipo de hidratos de carbono llamados oligosacáridos. Es mejor reducir su consumo o tomarlos en puré.
Las legumbres son conocidas por producir gases en la digestión, aunque no todas las personas reaccionan igual.
2. Cereales. Su alto contenido en fibra puede no ser bien digerido por el intestino, en especial los integrales.
3. Hortalizas. Destacan la col, coliflor, coles de Bruselas, lechuga, repollo, alcachofas, nabos, acelgas, pimiento, pepino, tomate, cebolla cruda, espárragos y espinacas.
Algunas verduras pueden aumentar los gases durante la digestión.
4. Lácteos. Es preferible elegirlos desnatados o sin lactosa.
5. Frutas. Lo mejor es prescindir de las pasas, la piña, el albaricoque y la ciruela, y tomar preferentemente frutas maduras y peladas.
6. Pasta. Hay que evitar la integral y la que está poco cocida.
Si notas mucho cansancio e hinchazón, revisa tu salud intestinal
7. Carne. Son más recomendables la de vaca, ternera, pollo y pavo y se deben limitar al máximo los productos de charcutería.
8. Condimentos. No se debe abusar de la pimienta, el pimentón ni la guindilla.
9. Azúcares. Los más flatulentos son el cacao, la bollería industrial y la fructosa.
10. Líquidos. Hay que evitar las bebidas con gas y limitar el consumo de vino tinto.