¿Qué es la andropausia y de qué manera afecta?
Entre los 40 y los 55 años el hombre sufre un progresivo descenso de la testosterona, la principal hormona masculina, lo que puede dar lugar a síntomas y cambios en la salud que conviene conocer y controlar
Algunos de los síntomas de la andropausia pueden combatirse con unos hábitos saludables.
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.
La andropausia, también conocida como síndrome de deficiencia de testosterona o síndrome de ADAM (deficiencia androgénica del varón mayor), se caracteriza por un conjunto de síntomas relacionados principalmente con la disminución de la producción de testosterona, la hormona masculina más importante, algo normal con el paso de los años. A partir de los 30 años esta hormona empieza a fabricarse progresivamente en menor cantidad (1% menos cada año). Pero los efectos de ello suelen notarse en el organismo mucho más adelante y no en todos los casos. Aproximadamente un 30% de hombres de más de 55 años puede presentar algún síntoma de andropausia.
¿Cuáles son los signos más importantes?
Disminución del deseo sexual. La testosterona, fabricada por los testículos y las glándulas suprarrenales, tiene un importante papel en la sexualidad del hombre. Su falta puede producir una disminución de la libido y disfunciones de la erección. Además, baja la producción de los espermatozoides.
Pérdida de masa muscular. La testosterona contribuye a la formación de proteínas y es fundamental para la musculatura y su mantenimiento. Con su disminución, hay una pérdida de fuerza y de agilidad, porque se reduce la masa muscular. También suele acompañarse de un aumento de peso y de un mayor porcentaje de grasa en el cuerpo. Ésta tiende a localizarse en el abdomen.
Cambios en el estado de ánimo. Es otro de los síntomas frecuentes. Suele acompañarse de una sensación de apatía, de pérdida de energía y fatiga.
El poder de los antioxidantes. Estos nutrientes presentes en frutas (cítricos, frutos rojos) y hortalizas (tomate, zanahoria) frenan el envejecimiento y mejoran la salud cerebral.
Éstos son los riesgos que conlleva
Trastornos cardiovasculares. Los niveles bajos de testosterona afectan también al corazón, a las arterias y al metabolismo en general. Se puede registrar un aumento del colesterol malo y un descenso del bueno, más hipertensión y, por tanto, la andropausia conlleva un mayor riesgo cardiovascular.
Posibles fracturas. La falta de testosterona puede ser causa de una desmineralización ósea u osteoporosis que dé lugar a fracturas.
Deterioro cognitivo. La testosterona es protectora de las neuronas cerebrales, con lo que puede presentarse una pérdida de memoria.
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Formas habituales de abordarla
Un estímulo natural. El ejercicio aumenta los niveles de testosterona. Además, reduce la pérdida muscular y ayuda a controlar el estrés.
Visita al urólogo. Es recomendable acudir a este especialista para una revisión anual. Así podrá realizar un diagnóstico diferencial, seguir la evolución del paciente y examinar la próstata, un órgano que puede presentar más trastornos a partir de los 50 años.
Análisis de sangre. Evalúa los niveles de testosterona en sangre. Suele realizarse a las 11 h de la mañana que es cuando esta hormona está más elevada.
Tratamientos de testosterona. Están destinados a aumentar los niveles de esta hormona en el cuerpo mediante inyecciones intramusculares, geles que se aplican en la piel, parches transdérmicos o pastillas. Estos tratamientos suelen probarse durante tres meses, ya que pueden tener efectos secundarios. Además, interfieren en la producción natural de testosterona. Están contraindicados en caso de cáncer de próstata.
Ejercicio durante 30 minutos al día. Si es moderada y no sobrepasa las dos horas, la actividad física aumenta de manera natural los niveles de testosterona. Además, se disminuye el riesgo cardiovascular y la pérdida de masa muscular.
Enfermedades que reducen la testosterona
Depresión. Puede confundirse con la andropausia porque también conlleva una disminución de un 17% de testosterona.
La apnea del sueño. Se ha visto que un 50% de los pacientes con este trastorno secretan niveles bajos de testosterona durante el sueño.
Diabetes tipo 2. Implica un mayor riesgo de andropausia y, a su vez, una menor presencia de testosterona favorece unos niveles altos de azúcar en sangre.
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Los hábitos que frenan la andropausia
1. Mantener a raya el estrés. Éste es uno de los mayores enemigos en la andropausia porque bloquea la testosterona y disminuye la libido.
2. Evitar el sobrepeso. Los kilos de más incrementan el riesgo cardiovascular que ya de por sí se puede elevar con la pérdida de testosterona. Además, los hombres con sobrepeso suelen presentar niveles más bajos de esta hormona que los que se mantienen en su peso ideal.
3. Eliminar el alcohol y el tabaco. Estos tóxicos aceleran el envejecimiento del organismo. Distintos estudios muestran que el tabaco aumenta el riesgo de disfunción eréctil.
4. Dormir 8 horas. Es durante el sueño que se produce mayor cantidad de testosterona, por eso es importante respetar las horas de descanso.
La apnea del sueño puede afectar la producción de testosterona.
5. Tomar ashwagandha. Un estudio ha demostrado que los hombres que tomaban esta planta presentaban un aumento del 17% de testosterona y mejoraban la producción de espermatozoides.
7 alimentos que aumentan la testosterona
Junto al ejercicio, la dieta es un factor clave, tanto para amortiguar el descenso de testosterona y sus consecuencias, como para enlentecer el envejecimiento. Éstos son algunos alimentos que favorecen la producción de esta hormona.
1. Ostras. Aportan zinc, un mineral imprescindible para un buen funcionamiento de los órganos sexuales masculinos, ya que inhibe la aromatasa, que transforma la testosterona en estrógeno.
No a todo el mundo le gustan, pero sus propiedades son clave para la andropausia.
2. Nueces. Son ricas en vitamina E que aumenta la libido. Además aportan selenio, que estimula la testosterona y mejora la calidad de los espermatozoides.
3. Espinacas. Gracias al magnesio y a la ecdisterona este alimento favorece la producción de testosterona y de masa muscular. Aportan calcio imprescindible para reducir el riesgo de osteoporosis que conlleva la andropausia.
4. Granadas. Tomar un vaso de zumo de esta fruta cada día drante dos semanas aumenta la testosterona y la libido, disminuye el cortisol (la hormona del estrés) y la presión arterial.
5. Huevos. Su contenido en vitamina D favorece la producción de testosterona. A ello se añade que este alimento constituye una buena fuente de proteínas que contribuye a mantener la masa muscular.
6. Ajo. Aporta antioxidantes que frenan el envejecimiento celular. También mejora la actividad sexual gracias al disulfuro de dialillo que estimula a los testículos a producir testosterona.
7. Aguacate. Su contenido en grasas insaturadas y en vitamina B6 favorecen la presencia de la hormona masculina. A esta acción se suma su aporte en ácido fólico que ayuda a crear nuevas proteínas.
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