¿Qué es la apnea del sueño? Conoce sus causas y cómo tratarla
Si, a pesar de dormir tus horas, te levantas cansado y te cuesta afrontar el día a día, tal vez sufras este trastorno del sueño que afecta a entre 5 y 7 millones de españoles. ¿Su principal problema? Que el 90% de los casos no están diagnosticados y puede provocar patologías serias. Aprende a detectarlo
¿Te has dado cuenta que un familiar podría sufrir apnea del sueño? Te contamos cómo tratarlo.
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.
Cada noche, millones de personas en nuestro país dejan de respirar de 10 a 30 segundos mientras están durmiendo, según afirma un estudio elaborado por la Sociedad Española del Sueño. Estas interrupciones involuntarias de la respiración se conocen como apneas y, en casos graves, pueden repetirse más de 30 veces por hora. El principal problema es que, al no tener unos síntomas claros y definidos, más del 80% de los afectados no sigue ningún tratamiento médico. Los signos que pueden ponerte en alerta son, además del cansancio diario, roncar fuertemente y hacer pausas largas sin respirar, resoplando al final, dolor de garganta y boca seca o cefaleas al despertar. En estos casos, te recomendamos acudir al especialista, quien diagnosticará una posible apnea obstructiva del sueño a partir de diferentes pruebas de monitorización.
A qué se debe y cómo afecta
Flujo de aire insuficiente. La apnea aparece cuando se estrechan los conductos que transportan el aire a través de las vías respiratorias altas.
Bloqueo de las vías respiratorias. Ésta es la causa principal de la apnea obstructiva del sueño, que es la más habitual, y se da en 9 de cada 10 afectados. Se produce cuando la lengua, las amígdalas o la campanilla bloquean la tráquea, impidiendo que llegue suficiente aire al organismo durante varios segundos. Este bloqueo puede deberse a un exceso de grasa en la garganta o a una excesiva relajación muscular de la zona. Los adultos con sobrepeso o con las vías respiratorias pequeñas son los más propensos a sufrirlos y los niños con amígdalas y adenoides hinchadas también pueden padecer apneas.
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El cerebro no envía señal a los músculos. La apnea central del sueño, menos habitual que la obstructiva, se caracteriza porque la respiración se detiene de golpe y se retoma después, de forma repetida a lo largo de la noche. Esto sucede porque el cerebro no transmite la señal necesaria a los músculos que controlan la respiración, debido a la existencia de otras afecciones, como puede ser una insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares, o también por dormir a gran altitud.
Deterioro de la calidad de vida. Debido a que la presencia de apneas durante el sueño impide un correcto descanso, sus consecuencias principales son fatiga extrema, bajo rendimiento físico y mental e irritabilidad a lo largo del día, lo que incrementa el riesgo de sufrir accidentes de tráfico, de trabajo y otras patologías médicas. Por otro lado, este trastorno genera bajadas continuas de los niveles de oxígeno en sangre que pueden incrementar el riesgo de sufrir presión arterial alta, insuficiencia cardíaca o accidentes cardiovasculares.
Los métodos para mantenerla controlada
Un tratamiento muy eficaz. La CPAP es una máquina que permite una respiración continua durante toda la noche, evitando las apneas y los ronquidos.
A partir de un monitoreo nocturno de la respiración y otras funciones, el especialista en trastornos del sueño puede detectar si se sufre alguna de las apneas mencionadas. El diagnóstico incluye pruebas que registran la actividad cerebral, respiratoria, cardiaca y muscular, así como los niveles de oxígeno en sangre durante el descanso o pruebas simplificadas de sueño en casa. Si se confirma el trastorno, se suelen prescribir las siguientes terapias.
CPAP. Se trata de utilizar, cada noche, una máquina que envía aire a presión a través de una máscara colocada sobre el rostro, lo que impide la falta de respiración y facilita el descanso nocturno. Aunque al principio puede resultar un poco incómodo, su manejo es sencillo y, gracias a ella, se logran controlar las apneas y los ronquidos.
Aparatos bucales. Si padeces una apnea leve, es posible que el especialista te aconseje utilizar un dispositivo dental que mueve la mandíbula hacia delante y mejora la respiración, disminuyendo la frecuencia de los ronquidos.
Adopta buenos hábitos de vida. El exceso de peso es una causa directa de apneas, por lo que, para que no ocurran, se impone seguir una dieta baja en grasas y hacer ejercicio de forma regular. Evita también el tabaco, ya que aumenta la inflamación y la retención de líquidos en las vías respiratorias superiores, y el alcohol, que agrava los síntomas de este trastorno del sueño.
Vigila tu medicación. Consulta con tu médico si tomas sedantes o tranquilizantes, aunque sean naturales, porque estas sustancias relajan los músculos de la garganta, lo que puede empeorar la apnea obstructiva.
Verdadero o Falso
Si te han diagnosticado apnea del sueño, quizás tengas dudas sobre las causas que la provocan o las pautas que podrías seguir para aliviar buena parte de sus síntomas. Si es así, te aclaramos algunos de los temas que circulan en torno a este trastorno del sueño.
Tomar té o café favorece la apnea
El consumo de café está rodeado de mitos y falsas creencias, hoy te contamos por qué no favorece la apnea.
Falso. Según un estudio reciente, el consumo de estas sustancias no está vinculado a problemas graves de respiración durante el sueño, por lo tanto, no favorecería la aparición de posibles apneas. Por otra parte, parece que la cafeína mejora las funciones cognitivas y mentales de pacientes diagnosticados de apnea obstructiva del sueño, según los resultados de otra investigación efectuada recientemente.
Dormir bocabajo empeora la apnea
Verdadero. Los pacientes que sufren este trastorno deberían evitar dormir bocabajo o en decúbito supino (bocarriba) para conseguir respirar mejor. La postura de lado o fetal es la más recomendable para conciliar el sueño.
Si roncas, tienes apnea obstructiva
Falso. No todas las personas que roncan llegan a sufrir este trastorno. Sin embargo, sí hay que prestar atención a los casos en los que los ronquidos son demasiado fuertes. El síntoma inequívoco son las pausas largas entre inspiraciones y exhalaciones de aire durante el descanso nocturno.
El sobrepeso provoca ronquidos
Verdadero. En las personas con un exceso de kilos, los tejidos de la faringolaringe se estrechan y tienen más tejido graso, lo cual favorece el ronquido, ya que el paso del aire a través de la vía respiratoria superior se obstaculiza. Por lo tanto, bajar de peso ayuda a reducir el riesgo de acabar sufriendo apneas.
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Test: ¿Tienes riesgo de sufrirlas?
Existen algunos factores (edad, género, peso, antecedentes familiares, calidad del sueño, etc.) que condicionan la posibilidad de que puedas llegar a sufrir apnea del sueño. Descubre cuáles tienes tú.
¿Cuántos años tienes?
A: Menos de 40.
B: Más de 40.
¿Duermes 7 horas o más al día?
A: Sí.
B: No.
¿Eres fumador/a?
A: No.
B: Sí.
¿Bebes alcohol?
A: No.
B: Sí, regularmente.
¿Tienes sobrepeso u obesidad?
A: No.
B: Sí.
¿Acostumbras a roncar?
A: No, nunca o sólo cuando estoy cansado/a
B: Sí, siempre.
¿En qué postura sueles dormir?
A: De lado o en posición fetal.
B: Bocarriba o bocabajo.
El sobrepeso favorece la aparición de apneas del sueño. Revisa tus hábitos y tu estilo de vida para reducir el riesgo.
Mayoría de respuestas A. No se observan factores especialmente potenciadores de apneas, aunque es mejor estar atento a cualquier cambio o síntoma de alerta.
Mayoría de respuestas B. Tus contestaciones nos indican que probablemente tienes más riesgo de padecer apnea del sueño. Contrólalo y acude al médico en caso de duda.